Aunque no podamos abrazarnos.

(Escrito en 🇪🇸️ – Written in 🇬🇧️ – Scritto in 🇮🇹 – Rédigé en 🇫🇷️ – Escrito em 🇵🇹)

🇪🇸ESPAÑOL🇪🇸

El año 2020 pasará a la historia como el año en el que hemos sufrido el azote de esta pandemia que aún no nos permite abrazarnos ni celebrar este día como nos gustaría. Pero, igualmente, y por desgracia, también nos hemos dado cuenta de esa otra pandemia que aún golpea al Colectivo LGTBIQ+, vulnerando sistemáticamente, como a otras minorías, su dignidad y sus derechos más básicos y elementales.

Ahora que todos los medios hablan de “la nueva normalidad”, es más necesario que nunca recordar que, durante estos meses de confinamiento, han sido miles de personas las que han vuelto a sentir la soledad y la oscuridad del armario, las que han vuelto a sufrir la violencia en sus hogares y las que han vuelto a sufrir el rechazo de sus familias. 

Son demasiados los casos de jóvenes LGTBIQ+ que sufren el maltrato de su entorno más cercano, muy especialmente en las zonas rurales, y que han tenido que abandonar sus hogares sin la más mínima protección porque, desgraciadamente, aún no existen protocolos de protección para las personas del Colectivo LGTBIQ+ que han sido maltratadas por sus familias, por aquellas personas de las que deberían de haber recibido ÚNICAMENTE AMOR Y NUNCA ODIO.

De sobra son conocidos los informes de las distintas organizaciones que, periódicamente, revelan cómo los derechos humanos de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales son continuamente vulnerados en distintas partes del mundo. Una vulneración de derechos que, a pesar de los avances de nuestra sociedad, aún perdura y en la que el izado una bandera arcoíris es aún motivo de escándalo. Una bandera que abraza a todo el mundo, una bandera que no excluye a nadie, ni siquiera a quienes la detestan. 

En estos tiempos en donde el racismo y la xenofobia son ese otro virus que contamina nuestra sociedad, se ven doblemente afectados por la discriminación quienes, además, pertenecen a otras minorías dentro del propio Colectivo LGTBIQ+. Desgraciadamente, siempre son las minorías quienes más sufren. Mucho más si pensamos en las minorías dentro de las propias minorías discriminadas de forma múltiple por su identidad interseccional. 

No es admisible que desde dentro del propio Colectivo LGTBIQ+, debido al acomodamiento y a una inexplicable ausencia de empatía, se oprima y se discrimine de forma injusta e insolidaria a quien es diferente solo por el color de su piel, por su nacionalidad, por su sexo, género o identidad, por su cultura o por su forma de ser, de sentir, de manifestar o de entender libremente su propia feminidad o masculinidad. Y tampoco es admisible que se vea relegada a un tercer plano la visibilidad y el empoderamiento de las mujeres Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales. 

Precisamente, el lema de este año es “2020, Mujeres LTB: Sororidad y Feminismo”. Es en este año en el que venimos a denunciar las múltiples discriminaciones que sufren las Mujeres LTBI+ por el mero hecho de ser MUJERES. Mujeres que reivindican la diversidad su identidad, de su orientación y de su cuerpo. Son ellas quienes más sufren la discriminación en el Colectivo LTBI+, muy especialmente, las Mujeres Trans.  

Las Personas Trans no solo se enfrentan a situaciones de acoso, de criminalización y persecución injustas, de agresiones tanto físicas como verbales o de exclusión de su círculo social y familiar más próximo. También sufren enormes trabas para acceder a una atención sanitaria adaptada a sus necesidades, a un sistema educativo que, a pesar de los avances, aún cuenta con enormes carencias en materia de inclusión y de respeto hacia la diversidad afectivo-sexual y de expresión de género en las aulas, a un mercado laboral cargado de prejuicios, a la enorme dificultad de acceso a una vivienda digna, ya sea en alquiler o en propiedad y, en definitiva, a un buen número de estigmas sociales que imposibilitan el pleno ejercicio de sus derechos más básicos.

Además de contar con una total protección en contra de toda forma de violencia, odio y discriminación, los derechos de las Personas Trans a la igualdad ante la ley, al derecho a la educación, al acceso a la salud, a la inserción laboral, a una vivienda digna, a la protección social y, en definitiva, a todos los derechos civiles, sociales, económicos y culturales reconocidos internacionalmente, DEBEN ESTAR PLENAMENTE GARANTIZADOS Y JAMÁS PUEDEN SER CUESTIONADOS, DISTORSIONADOS O DESVIRTUADOS

Las Personas Trans no son “una incongruencia”, no son “una teoría”. Las Personas Trans SON Y EXISTEN. Los actos de transfobia, tanto social como institucional, son inadmisibles en una sociedad que se considere a sí misma como una sociedad democrática. Las  legítimas reivindicaciones de las Personas Trans no restan nada a la lucha por la igualdad y el Feminismo. Todo lo contrario, los enriquecen y los dotan de nueva fuerza y de nuevas herramientas para seguir avanzando como sociedad. Una sociedad más plural, más libre, más justa, más diversa, más democrática y más avanzada. Su lucha debe ser la nuestra y su fuerza y su valentía para superar todos los obstáculos, hoy más que nunca, NOS LLENA DE ORGULLO. 

Que quede claro: Las mujeres trans, SON MUJERES; los hombres trans, SON HOMBRES; Nada ni nadie puede desvirtuar los DERECHOS INHERENTES de las Personas Trans como personas nacidas LIBRES E IGUALES; El derecho al libre desarrollo de la personalidad, ES DEL TODO INCUESTIONABLE; y la Dignidad Humana de las Personas Trans, como la de cualquier otro ser humano, ES TOTALMENTE INVIOLABLE.

Es momento de seguir avanzando, con la mente puesta en un Orgullo 2021 que sí celebraremos inundando las calles con los colores de la libertad, de la igualdad, del respeto, de la diversidad y de la dignidad. Mientras, sigamos trabajando empezando en nuestros hogares, con nuestras familias, en nuestros barrios, en nuestras escuelas e institutos, en nuestros pueblos y en nuestras ciudades. 

POR FAVOR, QUE A NADIE LE QUEPA LA MÁS MÍNIMA DUDA: 

LOS DERECHOS LGTBIQ+, ¡SON DERECHOS HUMANOS!

¡VIVA LA LIBERTAD! ¡VIVA LA IGUALDAD! ¡VIVA LA DIVERSIDAD! 

¡FELIZ DÍA DEL ORGULLO!


🇬🇧ENGLISH🇬🇧

EVEN IF WE CANNOT HUG EACH OTHER.

The year 2020 will go down in history as the year in which we suffered the scourge of this pandemic that still does not allow us to embrace and celebrate this day as we would like. But, equally, and unfortunately, we have also become aware of this other pandemic that still strikes the LGTBIQ+ Community systematically violating, as it does other minorities, their dignity and their most basic and elemental rights.

Now that all the media are talking about «the new normal», it is more necessary than ever to remember that, during these months of confinement, it has been thousands of people who have again felt the loneliness and darkness of the closet, who have again suffered violence in their homes and who have again been rejected by their families.

There are too many cases of young LGTBIQ+ people who suffer the abuse of their closest environment, especially in rural areas, and who have had to leave their homes without the slightest protection because, unfortunately, there are still no protection protocols for people from the LGTBIQ+ Community who have been abused by their families, by those people from whom they should have received ONLY LOVE AND NEVER HATE.


There are many well-known reports from various organizations that periodically reveal how the human rights of Lesbians, Gays, Bisexuals, Transsexuals and Intersexuals are continually violated in different parts of the world. A violation of rights that, despite the advances of our society, still persists and in which the raising of a rainbow flag is still a cause for scandal. A flag that embraces everyone, a flag that excludes no one, not even those who hate it. 

In these times where racism and xenophobia are that other virus that contaminates our society, those who also belong to other minorities within the LGTBIQ+ Collective are doubly affected by discrimination. Unfortunately, it is always the minorities who suffer the most. Even more so if we think of the minorities within the minorities themselves who are discriminated against in multiple ways due to their intersectional identity. 

It is not admissible that from within the LGTBIQ+ Community itself, due to accommodation and an inexplicable absence of empathy, those who are different only because of the colour of their skin, their nationality, their sex, gender or identity, their culture or their way of being, feeling, manifesting or freely understanding their own femininity or masculinity, are oppressed and discriminated against in an unfair and unsupportive way. Nor is it acceptable that the visibility and empowerment of lesbian, bisexual, transgender and intersex women is relegated to the background. 

Precisely, this year’s motto is «2020, LTB Women: Sorority and Feminism«. It is in this year that we come to denounce the multiple discriminations that LTBI+ women suffer just because they are WOMEN. Women who claim diversity for their identity, their orientation and their body. They are the ones who suffer most from discrimination in the LTBI+ Community, especially Trans Women.  

Trans people not only face situations of harassment, unjust criminalization and persecution, physical and verbal aggressions or exclusion from their closest social and family circle. They also suffer enormous obstacles in accessing health care adapted to their needs, an educational system that, despite progress, still has enormous deficiencies in terms of inclusion and respect for affective-sexual diversity and gender expression in the classroom, a labor market full of prejudices, the enormous difficulty of accessing decent housing, whether rented or owned, and, in short, a good number of social stigmas that make it impossible for them to fully exercise their most basic rights.

In addition to full protection against all forms of violence, hate and discrimination, the rights of Trans people to equality before the law, the right to education, access to health, employment, decent housing, social protection and, ultimately, all internationally recognized civil, social, economic and cultural rights, MUST BE FULLY GUARANTEED AND CAN NEVER BE QUESTIONED, DISTORCED OR DEVALUED. 

Trans people are not «an incongruity», they are not «a theory». Trans People ARE AND EXIST. Acts of transphobia, both social and institutional, are unacceptable in a society that considers itself as a democratic society. The legitimate claims of trans people do not detract from the struggle for equality and feminism. On the contrary, they enrich them and give them new strength and new tools to continue advancing as a society. A more pluralistic, freer, more just, more diverse, more democratic and more advanced society. Their struggle must be ours and their strength and courage to overcome all obstacles, today more than ever, FILLS US WITH PRIDE.

Let it be clear: Trans women, ARE WOMEN; Trans men, ARE MEN; Nothing and no one can undermine the INHERENT RIGHTS of Trans people as persons born FREE AND EQUAL; The right to free development of personality, IS OF THE ALL INCUESTIONABLE; and the Human Dignity of Trans people, like that of any other human being, IS TOTALLY INVIOLABLE.

It is time to move forward, with our minds set on a Pride 2021 that we will celebrate by flooding the streets with the colors of freedom, equality, respect, diversity and dignity. In the meantime, let us continue to work, beginning in our homes, with our families, in our neighborhoods, in our schools and high schools, in our villages and in our cities.

PLEASE, LET NO ONE BE IN ANY DOUBT: 

LGTBIQ+ rights, ARE HUMAN RIGHTS!

LONG LIVE FREEDOM! LONG LIVE EQUALITY! LONG LIVE DIVERSITY! 

HAPPY PRIDE DAY! 

🇮🇹ITALIANO🇮🇹

ANCHE SE NON POSSIAMO ABBRACCIARCI.

Il 2020 passerà alla storia come l’anno in cui abbiamo subito il flagello di questa pandemia che ancora non ci permette di abbracciare e celebrare questo giorno come vorremmo. Ma, allo stesso modo, e purtroppo, siamo anche venuti a conoscenza di quest’altra pandemia che colpisce ancora il Collettivo LGTBIQ+, violando sistematicamente, come altre minoranze, la loro dignità e i loro diritti più elementari e fondamentali.

Ora che tutti i media parlano della » nuova normalità «, è più che mai necessario ricordare che, durante questi mesi di confinamento, sono state migliaia le persone che hanno sentito di nuovo la solitudine e l’oscurità dell’armadio, che hanno subito di nuovo la violenza nelle loro case e che sono state di nuovo rifiutate da parte delle loro famiglie. 

Ci sono troppi casi di giovani LGTBIQ+ che subiscono l’abuso del loro ambiente più vicino, soprattutto nelle zone rurali, e che hanno dovuto lasciare le loro case senza la minima protezione perché, purtroppo, non esistono ancora protocolli di protezione per le persone del collettivo LGTBIQ+ che sono state maltrattate dalle loro famiglie, da quelle persone da cui avrebbero dovuto ricevere SOLO AMORE E MAI ODIO.

Ci sono molti noti rapporti di varie organizzazioni che periodicamente rivelano come i diritti umani di lesbiche, gay, bisessuali, transessuali e intersessuali siano continuamente violati in diverse parti del mondo. Una violazione dei diritti che, nonostante i progressi della nostra società, continua a persistere e in cui l’innalzamento di una bandiera arcobaleno è ancora motivo di scandalo. Una bandiera che abbraccia tutti, una bandiera che non esclude nessuno, nemmeno quelli che la odiano.

In questi tempi in cui il razzismo e la xenofobia sono quell’altro virus che contamina la nostra società, coloro che appartengono anche ad altre minoranze all’interno del Collettivo LGTBIQ+ sono doppiamente colpiti dalla discriminazione. Purtroppo, sono sempre le minoranze a soffrire di più. Ancora di più se pensiamo alle minoranze all’interno delle minoranze stesse che sono discriminate in molteplici modi a causa della loro identità intersezionale.

Non è ammissibile che dall’interno del Collettivo LGTBIQ+, a causa di una sistemazione e di un’inspiegabile assenza di empatia, coloro che sono diversi solo per il colore della pelle, la nazionalità, il sesso, il sesso, il genere o l’identità, la cultura o il modo di essere, di sentire, di manifestare o di comprendere liberamente la propria femminilità o mascolinità, siano oppressi e discriminati in modo ingiusto e non solidale. Né è accettabile che la visibilità e l’empowerment delle donne lesbiche, bisessuali, transessuali e intersessuali sia relegata in secondo piano. 

Il motto di quest’anno è proprio «2020, Donne LTB: Sororità e Femminismo». È in quest’anno che veniamo a denunciare le molteplici discriminazioni che le donne di LTBI+ subiscono solo perché sono DONNE. Donne che rivendicano la diversità della loro identità, del loro orientamento e dei loro corpi. Sono loro quelle che soffrono maggiormente di discriminazione nel Collettivo LTBI+, in particolare le Donne Trans.  

Le persone trans non solo devono affrontare situazioni di molestie, criminalizzazione e persecuzione ingiusta, aggressioni fisiche e verbali o l’esclusione dalla loro più stretta cerchia sociale e familiare. Soffrono anche di enormi ostacoli nell’accesso all’assistenza sanitaria adattata alle loro esigenze, un sistema educativo che, nonostante i progressi, presenta ancora enormi carenze in termini di inclusione e rispetto della diversità affettivo-sessuale e dell’espressione di genere in classe, un mercato del lavoro pieno di pregiudizi, l’enorme difficoltà di accedere ad alloggi decenti, sia in affitto che di proprietà, e, in breve, un buon numero di stigmatizzazioni sociali che rendono impossibile per loro il pieno esercizio dei loro diritti più elementari.

Oltre alla piena protezione contro tutte le forme di violenza, odio e discriminazione, il diritto delle persone Trans all’uguaglianza davanti alla legge, il diritto all’istruzione, all’accesso alla salute, all’occupazione, ad un alloggio dignitoso, alla protezione sociale e, in ultima analisi, tutti i diritti civili, sociali, economici e culturali riconosciuti a livello internazionale, DEVONO ESSERE COMPLETAMENTE GARANTITI E NON POSSONO MAI ESSERE MESSI IN QUESTIONE, DISTORTI O SVALUTATI.

I trans non sono «un’incongruenza», non sono «una teoria». I trans sono ed esistono. Gli atti di transfobia, sia sociale che istituzionale, sono inaccettabili in una società che si considera una società democratica. Le legittime rivendicazioni dei trans non sminuiscono la lotta per l’uguaglianza e il femminismo. Al contrario, li arricchiscono e forniscono loro nuova forza e nuovi strumenti per continuare a progredire come società. Una società più pluralistica, più libera, più giusta, più giusta, più varia, più democratica e più avanzata. La loro lotta deve essere la nostra e la loro forza e il loro coraggio per superare tutti gli ostacoli, oggi più che mai, CI RIEMPIE D’ORGOGLIO.

Sia chiaro: le donne trans SONO DONNE; gli uomini trans SONO UOMINI; niente e nessuno può minare i DIRITTI INERENTI delle persone trans come persone nate LIBERI ED EGUALI; il diritto al libero sviluppo della personalità È TOTALMENTE INDISCUTIBILE; e la Dignità Umana delle persone trans, come quella di qualsiasi altro essere umano, È TOTALMENTE INVIOLABILE.

È tempo di andare avanti, con la mente impostata su un Orgoglio 2021 che celebreremo inondando le strade con i colori della libertà, dell’uguaglianza, del rispetto, della diversità e della dignità. Nel frattempo, continuiamo a lavorare, cominciando dalle nostre case, dalle nostre famiglie, dai nostri quartieri, dalle nostre scuole e licei, nelle nostre paesi e città. 

PER FAVORE, CHE NESSUNO ABBIA DUBBI: 

DIRITTI LGTBIQ+, SONO DIRITTI UMANI!

VIVA LA LIBERTÀ! VIVA L’UGUAGLIANZA! VIVA LA DIVERSITÀ! 

FELICE GIORNO DELL’ORGOGLIO!

🇫🇷FRANÇAIS🇫🇷

MÊME SI ON NE PEUT PAS S’EMBRASSER.

L’année 2020 restera dans l’histoire comme celle où nous avons subi le fléau de cette pandémie qui ne nous permet toujours pas d’embrasser et de célébrer ce jour comme nous le souhaiterions. Mais, de la même manière, et malheureusement, nous avons aussi pris conscience de cette autre pandémie qui frappe encore le Collectif LGTBIQ+, violant systématiquement, comme d’autres minorités, leur dignité et leurs droits les plus élémentaires et les plus fondamentaux.

Maintenant que tous les médias parlent de «la nouvelle normalité», il est plus que jamais nécessaire de rappeler que, pendant ces mois d’enfermement, ce sont des milliers de personnes qui ont à nouveau ressenti la solitude et l’obscurité du placard, qui ont à nouveau subi des violences dans leur foyer et qui ont à nouveau été rejetées par leur famille. 

Il y a trop de cas de jeunes LGTBIQ+ qui subissent les abus de leur environnement le plus proche, surtout dans les zones rurales, et qui ont dû quitter leur domicile sans la moindre protection car, malheureusement, il n’existe toujours pas de protocoles de protection pour les personnes du collectif LGTBIQ+ qui ont été abusées par leur famille, par ces personnes dont elles auraient dû recevoir UNIQUEMENT de l’AMOUR ET JAMAIS de la HAINE.

Il existe de nombreux rapports bien connus de diverses organisations qui révèlent périodiquement comment les droits de l’homme des lesbiennes, des gays, des bisexuels, des transsexuels et des intersexuels sont continuellement violés dans différentes parties du monde. Une violation des droits qui, malgré les avancées de notre société, persiste et dans laquelle le hissage d’un drapeau arc-en-ciel est toujours un scandale. Un drapeau qui embrasse tout le monde, un drapeau qui n’exclut personne, même pas ceux qui le détestent

En ces temps où le racisme et la xénophobie sont cet autre virus qui contamine notre société, ceux qui appartiennent aussi à d’autres minorités au sein du Collectif LGTBIQ+ sont doublement touchés par la discrimination. Malheureusement, ce sont toujours les minorités qui souffrent le plus. D’autant plus si l’on pense aux minorités au sein des minorités elles-mêmes qui sont discriminées de multiples façons en raison de leur identité intersectionnelle. 

Il n’est pas admissible qu’au sein même du Collectif LGTBIQ+, en raison d’une accommodation et d’une inexplicable absence d’empathie, ceux qui sont différents uniquement en raison de la couleur de leur peau, de leur nationalité, de leur sexe, genre ou identité, de leur culture ou de leur manière d’être, de sentir, de manifester ou de comprendre librement leur propre féminité ou masculinité, soient opprimés et discriminés de manière injuste et sans soutien. Il n’est pas non plus acceptable que la visibilité et l’autonomisation des femmes lesbiennes, bisexuelles, transgenres et intersexuelles soient reléguées au second plan. 

Précisément, la devise de cette année est «2020, LTB Femmes : Sororité et Féminisme». C’est en cette année que nous venons dénoncer les multiples discriminations dont souffrent les femmes atteintes de LTBI+ simplement parce qu’elles sont FEMMES. Des femmes qui revendiquent la diversité pour leur identité, leur orientation et leur corps. Ce sont elles qui souffrent le plus de la discrimination au sein du collectif LTBI+, en particulier les Femmes Transgenres.  

Les Personnes Trans ne sont pas seulement confrontées à des situations de harcèlement, de criminalisation et de persécution injustes, d’agressions physiques et verbales ou d’exclusion de leur cercle social et familial le plus proche. Elles souffrent également d’énormes obstacles pour accéder à des soins de santé adaptés à leurs besoins, à un système éducatif qui, malgré les progrès réalisés, présente encore d’énormes lacunes en termes d’inclusion et de respect de la diversité affective et sexuelle et de l’expression du genre en classe, à un marché du travail plein de préjugés, à l’énorme difficulté d’accéder à un logement décent, qu’il soit loué ou en propriété, et, en bref, à bon nombre de stigmates sociaux qui les empêchent d’exercer pleinement leurs droits les plus fondamentaux.

En plus d’une protection totale contre toutes les formes de violence, de haine et de discrimination, les droits des personnes trans à l’égalité devant la loi, le droit à l’éducation, l’accès à la santé, à l’emploi, à un logement décent, à la protection sociale et, finalement, tous les droits civils, sociaux, économiques et culturels internationalement reconnus, DOIVENT ÊTRE PLEINEMENT GARANTIS ET NE DOIVENT JAMAIS ÊTRE REMIS EN QUESTION, DÉFORMÉS OU DIFFUSÉS

Les personnes trans ne sont pas «une incongruité», elles ne sont pas «une théorie». Les Personnes Trans SONT ET EXISTENT. Les actes de transphobie, tant sociaux qu’institutionnels, sont inacceptables dans une société qui se considère comme une société démocratique. Les revendications légitimes des personnes trans n’enlèvent rien à la lutte pour l’égalité et le féminisme. Au contraire, ils les enrichissent et leur donnent une nouvelle force et de nouveaux outils pour continuer à progresser en tant que société. Une société plus pluraliste, plus libre, plus juste, plus diverse, plus démocratique et plus avancée. Leur combat doit être le nôtre et leur force et leur courage pour surmonter tous les obstacles, aujourd’hui plus que jamais, NOUS REMPLIT DE FIERTÉ. 

Soyons clairs : les femmes trans SONT DES FEMMES ; les hommes trans SONT DES HOMMES ; rien ni personne ne peut porter atteinte aux DROITS INHÉRENTS des personnes trans en tant que personnes nées LIBRES ET ÉGALES ; le droit au libre développement de la personnalité EST DE TOUTE INCONTESTABLE ; et la Dignité Humaine des personnes trans, comme celle de tout autre être humain, EST TOTALEMENT INVIOLABLE.

Il est temps d’aller de l’avant, avec l’idée d’une Fierté 2021 que nous célébrerons en inondant les rues des couleurs de la liberté, de l’égalité, du respect, de la diversité et de la dignité. En attendant, continuons à travailler, en commençant par nos maisons, nos familles, nos quartiers, nos écoles et lycées, nos villages et nos cités. 

S’il vous plaît, ne laissez personne avoir le moindre doute : 

Les Droits LGTBIQ+, ce sont des DROITS HUMAINS !

VIVE LA LIBERTÉ ! VIVE L’ÉGALITÉ ! VIVE LA DIVERSITÉ ! 

JOYEUX JOUR DE FIERTÉ ! 

🇵🇹PORTUGUÊS🇵🇹

MESMO QUE NÃO NOS POSSAMOS ABRAÇAR.

O ano 2020 ficará na história como o ano em que sofremos o flagelo desta pandemia que ainda não nos permite abraçar e celebrar este dia como gostaríamos. Mas, igualmente, e infelizmente, também tomámos consciência desta outra pandemia que ainda atinge o Colectivo LGTBIQ+, violando sistematicamente, como faz com outras minorias, a sua dignidade e os seus direitos mais básicos e elementares.

Agora que todos os meios de comunicação social estão a falar da » nova normalidade», é mais necessário do que nunca recordar que, durante estes meses de confinamento, foram milhares de pessoas que voltaram a sentir a solidão e a escuridão do armário, que voltaram a sofrer violência nas suas casas e que foram novamente rejeitadas pelas suas famílias. 

Há demasiados casos de jovens LGTBIQ+ que sofrem o abuso do seu ambiente mais próximo, especialmente nas zonas rurais, e que tiveram de abandonar as suas casas sem a mínima protecção porque, infelizmente, ainda não existem protocolos de protecção para pessoas do Colectivo LGTBIQ+ que foram abusadas pelas suas famílias, pelas pessoas das quais deveriam ter recebido APENAS AMOR E NUNCA ÓDIO.

Há muitos relatórios bem conhecidos de várias organizações que periodicamente revelam como os direitos humanos de lésbicas, gays, bissexuais, transexuais e intersexuais são continuamente violados em diferentes partes do mundo. Uma violação de direitos que, apesar dos avanços da nossa sociedade, ainda persiste e na qual o hastear de uma bandeira arco-íris continua a ser motivo de escândalo. Uma bandeira que abraça toda a gente, uma bandeira que não exclui ninguém, nem mesmo aqueles que a odeiam.

Nestes tempos em que o racismo e a xenofobia são outros vírus que contaminam a nossa sociedade, aqueles que também pertencem a outras minorias dentro do Colectivo LGTBIQ+ são duplamente afectados pela discriminação. Lamentavelmente, são sempre as minorias que mais sofrem. Ainda mais se pensarmos nas minorias dentro das próprias minorias que são discriminadas de múltiplas formas devido à sua identidade interseccional. 

Não é admissível que de dentro do próprio Colectivo LGTBIQ+, devido ao alojamento e a uma inexplicável ausência de empatia, aqueles que são diferentes apenas devido à cor da sua pele, à sua nacionalidade, ao seu sexo, género ou identidade, à sua cultura ou à sua forma de ser, sentir, manifestar ou compreender livremente a sua própria feminilidade ou masculinidade, sejam oprimidos e discriminados de uma forma injusta e sem apoio. Também não é aceitável que a visibilidade e o empoderamento das mulheres lésbicas, bissexuais, transexuais e intersexuais seja relegada para segundo plano. 

Precisamente, o lema deste ano é «2020, Mulheres LTB: Sororidade e Feminismo». É neste ano que viemos denunciar as múltiplas discriminações que as mulheres LTBI+ sofrem só porque são MULHERES. Mulheres que reivindicam a diversidade pela sua identidade, pela sua orientação e pelo seu corpo. São elas que mais sofrem de discriminação no Colectivo LTBI+, especialmente as Mulheres Trans.  

As Pessoas Trans não só enfrentam situações de assédio, criminalização e perseguição injusta, agressões físicas e verbais ou exclusão do seu círculo social e familiar mais próximo. Também sofrem enormes obstáculos no acesso a cuidados de saúde adaptados às suas necessidades, um sistema educativo que, apesar dos progressos, ainda apresenta enormes deficiências em termos de inclusão e respeito pela diversidade afectivo-sexual e expressão do género na sala de aula, um mercado de trabalho cheio de preconceitos, a enorme dificuldade de acesso a uma habitação decente, alugada ou de propriedade, e, em suma, um bom número de estigmas sociais que os impossibilitam de exercer plenamente os seus direitos mais básicos.

Para além da plena protecção contra todas as formas de violência, ódio e discriminação, os direitos das pessoas trans à igualdade perante a lei, o direito à educação, o acesso à saúde, ao emprego, a uma habitação digna, à protecção social e, em definitiva, todos os direitos civis, sociais, económicos e culturais internacionalmente reconhecidos, DEVEM SER GARANTIDOS E NUNCA PODEM SER PERGUNTOS, DISTORCIDOS OU DESVALORIZADOS. 

As Pessoas Trans não são «uma incongruência», não são «uma teoria». As Pessoas Trans SÃO E EXISTEM. Os actos de transfobia, tanto sociais como institucionais, são inaceitáveis numa sociedade que se considera uma sociedade democrática. As legítimas reivindicações das Pessoas Trans não prejudicam a luta pela igualdade e o feminismo. Pelo contrário, enriquecem-nos e fornecem-lhes novas forças e novos instrumentos para continuarem a avançar como sociedade. Uma sociedade mais pluralista, mais livre, mais justa, mais diversificada, mais democrática e mais avançada. A sua luta deve ser nossa e a sua força e coragem para ultrapassar todos os obstáculos, hoje mais do que nunca, enche-nos de orgulho. 

Que fique claro: as mulheres trans SÃO MULHERES; os homens trans SÃO HOMENS; nada nem ninguém pode minar os DIREITOS INHERENTES das Pessoas Trans como pessoas nascidas LIVRES E IGUAIS; o direito ao livre desenvolvimento da personalidade É DE TODO INQUESTIONÁVEL; e a Dignidade Humana das Pessoas Trans, como a de qualquer outro ser humano, É TOTALMENTE INVIOLÁVEL.

É tempo de seguir em frente, com a nossa mente posta num Orgulho 2021 que celebraremos, inundando as ruas com as cores da liberdade, igualdade, respeito, diversidade e dignidade. Entretanto, vamos continuar a trabalhar, começando nas nossas casas, com as nossas famílias, nos nossos bairros, nas nossas escolas e centros de ensino médio, nas nossas vilas e cidades. 

Por favor, que ninguém tenha qualquer dúvida: 

Os Direitos LGTBIQ+, SÃO DIREITOS HUMANOS!

VIVA A LIBERDADE! VIVA A IGUALDADE! VIVA A DIVERSIDADE! 

FELIZ DIA DO ORGULHO! 

El Derecho Más Absoluto.

(Escrito en 🇪🇸️ – Written in 🇬🇧️ – Scritto in 🇮🇹 – Rédigé en 🇫🇷️ – Escrito em 🇵🇹)

🇪🇸ESPAÑOL🇪🇸

Dice la Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 5 que “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Es decir, que ninguna persona tiene derecho a humillar ni a infringir daño físico físico o emocional alguno a otra persona bajo ninguna circunstancia. 

Pero, ¿qué es la TORTURA? De acuerdo con la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penal Crueles, Inhumanos o Degradantes de  10 de diciembre de 1984, debe entenderse como: “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas”. (Art. 1.1). 

Sin duda, de entre todos los derechos reconocidos en la Declaración Universal, nos encontramos ante el único derecho que tiene que ser considerado como un VERDADERO DERECHO ABSOLUTO. ¿Por qué? Porque a través de la tortura lo que se busca es completa destrucción de la personalidad de la víctima, actuando con un pleno y absoluto desprecio hacia su dignidad. Por tanto, todo acto de tortura debe ser considerado como el mayor y más aberrante de los crímenes que pueden cometerse en contra de cualquier ser humano. 

Sea cual sea su modalidad, la tortura está considerada como un CRIMEN DE LESA HUMANIDAD en el ámbito del Derecho Penal Internacional (concretamente está recogida como una de las prácticas consideras como crímenes de contra la humanidad dentro del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional) e, incluso, en el ámbito del Derecho Internacional Consuetudinario. Por tanto, la prohibición de la tortura vincula a todos los Estados miembros de la Comunidad Internacional con independencia de que hayan ratificado o no la Convención contra la Tortura o cualquier otro instrumento o tratado internacional que prohiba y persiga su práctica. 

Por eso, hoy, Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, día en el que también celebramos el 75º aniversario de la firma de la Carta de las Naciones Unidas, debemos exigir y elaborar cuantos programas de actuación y asistencia sean necesarios para resarcir a todas las víctimas. Y debemos hacerlo desde los cuatro pilares esenciales que deben regir toda clase de actuación en todo Gobierno y en toda sociedad democrática: JUSTICIA, VERDAD, REPARACIÓN y GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN. 

Solo así podemos proclamar el más claro y férreo de los mensajes: LA DIGNIDAD DE TODO SER HUMANO, SEA QUIEN SEA, ES TOTALMENTE INVIOLABLE.

🇬🇧ENGLISH🇬🇧

THE MOST ABSOLUTE RIGHT

The Universal Declaration of Human Rights states in article 5 that «No one shall be subjected to torture or to cruel, inhuman or degrading treatment or punishment». In other words, no person has the right to humiliate or inflict any physical or emotional harm on another person under any circumstances. 

But what is TORTURE? In accordance with the Convention against Torture and Other Cruel, Inhuman or Degrading Treatment or Punishment of 10 December 1984, it should be understood as «any act by which severe pain or suffering, whether physical or mental, is intentionally inflicted on a person for such purposes as obtaining from him or a third person information or a confession, punishing him for an act he or a third person has committed or is suspected of having committed, or intimidating or coercing him or a third person, or for any reason based on discrimination of any kind, when such pain or suffering is inflicted by or at the instigation of or with the consent or acquiescence of a public official or other person acting in an official capacity. It does not include pain or suffering arising only from, inherent in or incidental to lawful sanctions» (Art. 1.1). 

Undoubtedly, among all the rights recognized in the Universal Declaration, we are faced with the only right that has to be considered as a TRUE ABSOLUTE RIGHT. Why? Because through torture what is sought is the complete destruction of the victim’s personality, acting with complete and absolute disregard for his or her dignity. Therefore, every act of torture must be considered as the greatest and most aberrant of all crimes that can be committed against any human being.

Whatever its form, torture is considered a CRIME AGAINST HUMANITY in the field of International Criminal law (specifically, it is listed as one of the practices considered as crimes against humanity in the Rome Statute of the International Criminal Court) and even in the field of Customary International Law. Therefore, the prohibition of torture obliges all Member States of the International Community whether or not they have ratified the Convention against Torture or any other international instrument or treaty prohibiting and prosecuting its practice. 

This is why today, on the International Day in Support of Victims of Torture, a day on which we also celebrate the 75th anniversary of the signing of the Charter of the United Nations, we must demand and draw up whatever programmes of action and assistance are necessary to compensate all victims.And we must do so from the four essential pillars that must govern all types of action in every government and in every democratic society: JUSTICE, TRUTH, REPARATION and GUARANTEES OF NON-REPETITION. 

Only in this way can we proclaim the clearest and strongest of messages: THE DIGNITY OF EVERY HUMAN BEING, WHOEVER HE OR SHE MIGHT BE, IS ABSOLUTELY INVIOLABLE.

🇮🇹ITALIANO🇮🇹

IL DIRITTO PIÙ ASSOLUTO

La Dichiarazione Universale dei Diritti Umani o afferma nell’ articolo 5 che «Nessun individuo potrà essere sottoposto a tortura o a trattamento o a punizione crudeli, inumani o degradanti». In altre parole, nessuna persona ha il diritto di umiliare o infliggere un danno fisico o emozionale ad un’altra persona in nessuna circostanza. 

Ma cos’è la TORTURA? In conformità con la Convenzione contro la Tortura e altre Pene o Trattamenti Crudeli, Inumani o Degradanti del 10 dicembre 1984, si dovrebbe intendere come un » atto con il quale sono inflitti a una persona dolore o sofferenze acute, fisiche o psichiche, segnatamente al fine di ottenere da questa o da una terza persona informazioni o confessioni, di punirla per un atto che ella o una terza persona ha commesso o è sospettata di aver commesso, di intimidirla od esercitare pressioni su di lei o di intimidire od esercitare pressioni su una terza persona, o per qualunque altro motivo basato su una qualsiasi forma di discriminazione, qualora tale dolore o tali sofferenze siano inflitti da un funzionario pubblico o da qualsiasi altra persona che agisca a titolo ufficiale, o sotto sua istigazione, oppure con il suo consenso espresso o tacito. Tale termine non si estende al dolore o alle sofferenze derivanti unicamente da sanzioni legittime, ad esse inerenti o da esse provocate.» (Art. 1.1). 

Senza dubbio, tra tutti i diritti riconosciuti nella Dichiarazione Universale, ci troviamo di fronte all’unico diritto che deve essere considerato un VERO DIRITTO ASSOLUTO. Perché? Perché attraverso la tortura si cerca di distruggere completamente la personalità della vittima, agendo con totale e assoluto disprezzo per la sua dignità. Pertanto, ogni atto di tortura deve essere considerato come il più grande e il più aberrante dei crimini che possono essere commessi contro qualsiasi essere umano.

Qualunque sia la sua forma, la tortura è considerata un CRIMINE CONTRO L’UMANITÀ nel campo del Diritto Penale Internazionale (nello specifico, è elencata come una delle pratiche considerate crimini contro l’umanità nello Statuto di Roma della Corte Penale Internazionale) e anche nel campo Del diritto Internazionale Consuetudinario.  Pertanto, la proibizione della tortura vincola tutti gli Stati membri della Comunità Internazionale, indipendentemente dal fatto che abbiano o meno ratificato la Convenzione contro la tortura o qualsiasi altro strumento o trattato internazionale che ne vieti e ne persegua la pratica. 

Per questo motivo oggi, nella Giornata Internazionale a Sostegno delle Vittime della Tortura, in cui si celebra anche il 75° anniversario della firma della Carta delle Nazioni Unite, dobbiamo chiedere ed elaborare i programmi d’azione e di assistenza necessari per risarcire tutte le vittime. E dobbiamo farlo a partire dai quattro pilastri essenziali che devono governare ogni tipo di azione in ogni governo e in ogni società democratica: GIUSTIZIA, VERITÀ, RIPARAZIONE e GARANZIE DI NON RIPETIBILITÀ. 

Solo così possiamo proclamare il più chiaro e forte dei messaggi: LA DIGNITÀ DI TUTTI GLI ESSERI UMANI, CHIUNQUE ESSI SIANO, È TOTALMENTE INVIOLABILE.

🇫🇷FRANÇAIS🇫🇷

LE DROIT PLUS ABSOLU

L’article 5 de la Déclaration Universelle des Droits de l’homme stipule que «Nul ne sera soumis à la torture, ni à des peines ou traitements cruels, inhumains ou dégradants». En d’autres termes, personne n’a le droit d’humilier ou d’infliger un préjudice physique ou émotionnel à une autre personne, quelles que soient les circonstances. 

Mais qu’est-ce que la TORTURE ? Selon la Convention contre la Torture et autres pPeines ou Traitements Cruels, Inhumains ou Dégradants du 10 décembre 1984, elle doit être comprise comme «tout acte par lequel une douleur ou des souffrances aiguës, physiques ou mentales, sont intentionnellement infligées à une personne aux fins notamment d’obtenir d’elle ou d’une tierce personne des renseignements ou des aveux, de la punir d’un acte qu’elle ou une tierce personne a commis ou est soupçonnée d’avoir commis, de l’intimider ou de faire pression sur elle ou d’intimider ou de faire pression sur une tierce personne, ou pour tout autre motif fondé sur une forme de discrimination quelle qu’elle soit, lorsqu’une telle douleur ou de telles souffrances sont infligées par un agent de la fonction publique ou toute autre personne agissant à titre officiel ou à son instigation ou avec son consentement exprès ou tacite. Ce terme ne s’étend pas à la douleur ou aux souffrances résultant uniquement de sanctions légitimes, inhérentes à ces sanctions ou occasionnées par elles». (Art. 1.1). 

Sans aucun doute, parmi tous les droits reconnus dans la Déclaration universelle, nous sommes confrontés au seul droit qui doit être considéré comme un VRAI DROIT ABSOLU. Pourquoi ? Parce qu’en torturant, on cherche à détruire complètement la personnalité de la victime, en agissant au mépris total et absolu de sa dignité. Par conséquent, tout acte de torture doit être considéré comme le plus grand et le plus aberrant des crimes qui peuvent être commis contre tout être humain.

Quelle que soit sa forme, la torture est considérée comme un CRIME CONTRE L’HUMANITÉ dans le domaine du Droit Pénal International (plus précisément, elle est incluse parmi les pratiques considérées comme des crimes contre l’humanité dans le Statut de Rome de la Cour Pénale Internationale) et même dans le domaine du Droit International Coutumier. Par conséquent, l’interdiction de la torture lie tous les États membres de la Communauté internationale, qu’ils aient ou non ratifié la Convention contre la torture ou tout autre instrument ou traité international interdisant et poursuivant sa pratique. 

C’est pourquoi aujourd’hui, en cette Journée Internationale pour le soutien aux Victimes de la Torture, au cours de laquelle nous célébrons également le 75e anniversaire de la signature de la Charte des Nations Unies, nous devons exiger et élaborer les programmes d’action et d’assistance nécessaires pour indemniser toutes les victimes. Et nous devons le faire à partir des quatre piliers essentiels qui doivent régir tous les types d’action dans chaque gouvernement et dans chaque société démocratique : JUSTICE, VÉRITÉ, RÉPARATION et GARANTIES DE NON-RÉPÉTITION. 

Ce n’est qu’ainsi que nous pourrons proclamer le message le plus clair et le plus fort : LA DIGNITÉ DE TOUS LES ÊTRES HUMAINS, QUELS QU’ILS SOIENT, EST TOTALEMENT INVIOLABLE.

🇵🇹PORTUGUÊS🇵🇹

O DIREITO MAIS ABSOLUTO

O artigo 5º da Declaração Universal dos Direitos Humanos estabelece que «Ninguém será submetido a tortura nem a penas ou tratamentos cruéis, desumanos ou degradantes». Por outras palavras, ninguém tem o direito de humilhar ou infligir danos físicos ou emocionais a outra pessoa em qualquer circunstância. 

Mas o que é TORTURA? De acordo com a Convenção contra a Tortura e Outros Tratamentos ou Penas Cruéis, Desumanos ou Degradantes, de 10 de Dezembro de 1984, deve ser entendida como «qualquer ato pelo qual dores ou sofrimentos agudos, físicos ou mentais, são infligidos intencionalmente a uma pessoa a fim de obter, dela ou de uma terceira pessoa, informações ou confissões; de castigá-la por ato que ela ou uma terceira pessoa tenha cometido ou seja suspeita de ter cometido; de intimidar ou coagir esta pessoa ou outras pessoas; ou por qualquer motivo baseado em discriminação de qualquer natureza; quando tais dores ou sofrimentos são infligidos por um funcionário público ou outra pessoa no exercício de funções públicas, ou por sua instigação, ou com o seu consentimento ou aquiescência. Não se considerará como tortura as dores ou sofrimentos que sejam conseqüência unicamente de sanções legítimas, ou que sejam inerentes a tais sanções ou delas decorram.» (Art. 1.1). 

Sem dúvida, entre todos os direitos reconhecidos na Declaração Universal, somos confrontados com o único direito que tem de ser considerado um VERDADEIRO DIREITO ABSOLUTO. Porquê? Porque através da tortura o que se procura é a destruição completa da personalidade da vítima, agindo com total e absoluto desrespeito pela sua dignidade. Por conseguinte, todo acto de tortura deve ser considerado como o maior e mais aberrante dos crimes que podem ser cometidos contra qualquer ser humano.

Qualquer que seja a sua forma, a tortura é considerada um CRIME CONTRA A HUMANIDADE no campo do Direito Penal Internacional (especificamente, está incluída como uma das práticas consideradas como crimes contra a humanidade no Estatuto de Roma do Tribunal Penal Internacional) e mesmo no campo do Direito Internacional Consuetudinário. Por conseguinte, a proibição da tortura vincula todos os Estados-membros da Comunidade Internacional quer tenham ou não ratificado a Convenção contra a Tortura ou qualquer outro instrumento ou tratado internacional que proíba e persiga a sua prática. 

É por isso que hoje, o Dia Internacional em Apoio às Vítimas da Tortura, dia em que também celebramos o 75º aniversário da assinatura da Carta das Nações Unidas, devemos exigir e elaborar os programas de acção e assistência necessários para compensar todas as vítimas. E devemos fazê-lo a partir dos quatro pilares essenciais que devem reger todos os tipos de acção em cada governo e em toda sociedade democrática: JUSTIÇA, VERDADE, REPARAÇÃO e GARANTIAS DE NÃO-REPETIÇÃO.

Só assim podemos proclamar a mais clara e mais forte das mensagens: A DIGNIDADE DE QUALQUER SER HUMANO, SEJA QUEM FOR, É TOTALMENTE INVIOLÁVEL.

POR FAVOR, NO LES OLVIDEMOS.

(Escrito en 🇪🇸️ – Written in 🇬🇧️ – Scritto in 🇮🇹 – Rédigé en 🇫🇷️ – Escrito em 🇵🇹)

🇪🇸ESPAÑOL🇪🇸

Ahora que la pandemia del Covid-19 ocupa todo el espacio en los medios de comunicación, creo que nos hemos olvidado de un drama humanitario que sigue presente y que afecta a millones de personas en todo el mundo. Cada día, alrededor de 34.500 personas se ven forzadas a abandonar su hogar huyendo del guerra, del hambre y la muerte. Y lo hacen con dos preguntas en retumban en su mente: ¿A dónde podrán ir? ¿Cuándo podrán volver? 

De los casi 80 millones de personas refugiadas que existen en la actualidad, solo en el último año, alrededor de 12.000.000 han abandonado sus hogares. Es decir, cada minuto 24 personas lo abandonan todo con una única finalidad: Salvar su propia vida y la de sus familias. 

Sin embargo, este año la pandemia del Covid-19 supone una amenaza más par los refugiados en todo el mundo y todos los Gobiernos deben actuar de forma rápida para evitar una masacre aún mayor de pérdida de vidas humanas. La repuesta es simple, debemos conectar entre nosotros y trabajar conjuntamente por un mundo más justo, libre, inclusivo e igualitario en donde nadie sea abandonado a su suerte. Y CADA ACCIÓN, POR PEQUEÑA QUE SEA, CUENTA. 

A lo largo de estos meses, hemos rendido un sincero homenaje a quienes han arriesgado su vida por proteger la nuestra. Por eso, quiero honrar a todo el personal sanitario y personal humanitario que ha sido injustamente olvidado y que también ha arriesgado su vida protegiendo a los olvidados de entre los olvidados. Sin duda, son verdaderos y auténticos héroes y heroínas que han arriesgado su vida protegiendo a los más vulnerables.

Quiero invitaros a alzar la voz, a unirnos en favor de quienes son “los nuevos olvidados” y a pediros que, entre todas y todos, recordemos a las autoridades el deber que el Derecho Humanitario les impone para defender a quienes huyen de toda forma de persecución, del hambre, de la guerra y, en definitiva, de una muerte segura

Por eso, cada acción cuenta, cada pequeño gesto cuenta sin importar quiénes seamos o cuál sea nuestro lugar de procedencia. 

Por favor, en el Día Mundial de los Refugiados, no les olvidemos. 

UNA VEZ MÁS, MARQUEMOS LA DIFERENCIA. 

🇬🇧ENGLISH🇬🇧

PLEASE, LET’S NOT FORGET THEM. 

Now that the Covid-19 pandemic is taking up all the space in the media, I think we have forgotten about a humanitarian drama that is still present and that affects millions of people around the world. Every day, some 34,500 people are forced to leave their homes to escape war, hunger and death. And they do so with two questions rumbling in their minds: Where can they go? When can they return?

Of the nearly 80 million refugees who exist today, about 12,000,000 have left their homes in the last year alone. In other words, every minute 24 people are leaving everything for one purpose: to save their own lives and those of their families. 

This year, however, the Covid-19 pandemic poses a further threat to refugees worldwide and all governments must act quickly to prevent an even greater massacre of lives. The answer is simple, we must connect with each other and work together for a fairer, freer, more inclusive and equal world where no one is left to their own devices. AND EVERY ACTION, HOWEVER SMALL, COUNTS. 

Throughout these months, we have paid sincere tribute to those who have risked their lives to protect ours. That is why I want to honour all the health workers and humanitarian workers who have been unjustly forgotten and who have also risked their lives protecting the forgotten among the forgotten. They are indeed true and genuine heroes and heroines who have risked their lives protecting the most vulnerable.

I would like to invite you to raise your voice, to unite in favour of those who are «the new forgotten» and to ask that, among all of us, we remind the authorities of the duty that humanitarian law imposes on them to defend those who are fleeing from all forms of persecution, hunger, war and, in short, from certain death. 

That is why every action counts, every small gesture counts, no matter who we are or where we come from. 

Please, on World Refugee Day, let’s not forget them.

ONCE AGAIN, LET’S MAKE A DIFFERENCE.

🇮🇹ITALIANO🇮🇹

PER FAVORE, NON DIMENTICHIAMOLI. 

Ora che la pandemia di Covid-19 sta occupando tutto lo spazio dei media, penso che ci siamo dimenticati di un dramma umanitario che è ancora presente e che colpisce milioni di persone in tutto il mondo. Ogni giorno, circa 34.500 persone sono costrette a lasciare le loro case per sfuggire alla guerra, alla fame e alla morte. E lo fanno con due domande che gli frusciano in testa: dove potranno andare? Quando potranno tornare? 

Dei quasi 80 milioni di rifugiati che esistono oggi, circa 12 milioni hanno lasciato le loro case solo nell’ultimo anno. In altre parole, ogni minuto 24 persone lasciano tutto per un unico scopo: Salvare la propria vita e quella delle loro famiglie. 

Quest’anno, tuttavia, la pandemia di Covid-19 rappresenta un’ulteriore minaccia per i rifugiati in tutto il mondo e tutti i governi devono agire rapidamente per evitare un massacro ancora maggiore di vite umane. La risposta è semplice, dobbiamo connetterci tra di noi e lavorare insieme per un mondo più giusto, più libero, più inclusivo e uguale, dove nessuno sia lasciato a se stesso. E OGNI AZIONE, PER QUANTO PICCOLA, CONTA. 

In questi mesi abbiamo reso un sincero omaggio a coloro che hanno rischiato la vita per proteggere la nostra. Per questo voglio onorare tutti gli operatori sanitari e gli operatori umanitari che sono stati ingiustamente dimenticati e che hanno rischiato la vita per proteggere i dimenticati tra i dimenticati. Sono infatti veri e autentici eroi ed eroine che hanno rischiato la vita per proteggere i più vulnerabili.

Vi invito ad alzare la voce, ad unirvi in favore di coloro che sono «i nuovi dimenticati» e a chiedere che, tra tutti noi, ricordiamo alle autorità il dovere che il diritto umanitario impone a loro di difendere coloro che fuggono da ogni forma di persecuzione, dalla fame, dalla guerra e, insomma, dalla morte certa. 

Ecco perché ogni azione conta, ogni piccolo gesto conta, non importa chi siamo o da dove veniamo. 

Per favore, nella Giornata Mondiale del Rifugiato, non dimentichiamoli.

ANCORA UNA VOLTA, FACCIAMO LA DIFFERENZA.

🇫🇷FRANÇAIS🇫🇷

NE LES OUBLIONS PAS, S’IL VOUS PLAÎT.

Maintenant que la pandémie de Covid-19 occupe toute la place dans les médias, je pense que nous avons oublié un drame humanitaire qui est toujours présent et qui touche des millions de personnes à travers le monde. Chaque jour, quelque 34 500 personnes sont contraintes de quitter leur foyer pour échapper à la guerre, à la faim et à la mort. Et ils le font avec deux questions qui leur viennent à l’esprit : où peuvent-ils aller ? quand peuvent-ils revenir ? 

Sur les quelque 80 millions de réfugiés qui existent aujourd’hui, environ 12 000 000 ont quitté leur foyer au cours de la seule année dernière. En d’autres termes, chaque minute, 24 personnes quittent tout dans un seul but : Sauver leur propre vie et celle de leur famille. 

Cette année, cependant, la pandémie de Covid-19 constitue une menace supplémentaire pour les réfugiés du monde entier et tous les gouvernements doivent agir rapidement pour éviter un massacre de vies encore plus important. La réponse est simple, nous devons nous relier les uns aux autres et travailler ensemble pour un monde plus juste, plus libre, plus inclusif et plus égalitaire où personne n’est laissé à lui-même. ET CHAQUE ACTION, AUSSI PETITE SOIT-ELLE, COMPTE. 

Tout au long de ces mois, nous avons rendu un hommage sincère à ceux qui ont risqué leur vie pour protéger la nôtre. C’est pourquoi je veux honorer tous les travailleurs de la santé et les travailleurs humanitaires qui ont été injustement oubliés et qui ont également risqué leur vie pour protéger les oubliés parmi les oubliés. Ce sont en effet de véritables et authentiques héros et héroïnes qui ont risqué leur vie pour protéger les plus vulnérables.

Je voudrais vous inviter à élever la voix, à vous unir en faveur de ceux qui sont «les nouveaux oubliés» et à demander que, parmi nous tous, nous rappelions aux autorités le devoir que le droit humanitaire leur impose de défendre ceux qui fuient toutes les formes de persécution, la faim, la guerre et, en bref, une mort certaine. 

C’est pourquoi chaque action compte, chaque petit geste compte, peu importe qui nous sommes et d’où nous venons. 

S’il vous plaît, en cette Journée mondiale des réfugiés, ne les oublions pas. 

UNE FOIS DE PLUS, FAISONS LA DIFFÉRENCE.

 🇵🇹PORTUGUÊS🇵🇹

POR FAVOR, NÃO OS ESQUEÇAMOS. 

Agora que a pandemia de Covid-19 está a ocupar todo o espaço dos meios de comunicação social, penso que nos esquecemos de um drama humanitário que continua presente e que afecta milhões de pessoas em todo o mundo. Todos os dias, cerca de 34 500 pessoas são obrigadas a abandonar as suas casas para escapar à guerra, à fome e à morte. E fazem-no com duas perguntas que lhes vêm à cabeça: Para onde podem ir? Quando podem regressar? 

Dos quase 80 milhões de refugiados que existem hoje, cerca de 12 000 000 deixaram as suas casas só no último ano. Por outras palavras, a cada minuto 24 pessoas deixam tudo com um único objectivo: salvar as suas próprias vidas e as das suas famílias.

Este ano, porém, a pandemia de Covid-19 representa mais uma ameaça para os refugiados em todo o mundo e todos os governos têm de agir rapidamente para evitar um massacre ainda maior de vidas. A resposta é simples, temos de nos ligar uns aos outros e trabalhar juntos por um mundo mais justo, mais livre, mais inclusivo e igualitário, em que ninguém fique entregue a si próprio. E TODAS AS ACÇÕES, POR MAIS PEQUENAS QUE SEJAM, CONTAM. 

Ao longo destes meses, prestámos uma sincera homenagem àqueles que arriscaram as suas vidas para proteger as nossas. É por isso que quero honrar todos os trabalhadores da saúde e os trabalhadores humanitários que foram injustamente esquecidos e que também arriscaram as suas vidas protegendo os esquecidos entre os esquecidos. São de facto verdadeiros e genuínos heróis e heroínas que arriscaram as suas vidas protegendo os mais vulneráveis.

Gostaria de vos convidar a levantar a voz, a unir-vos a favor daqueles que são «os novos esquecidos» e a pedir que, entre todos nós, recordemos às autoridades o dever que o direito humanitário lhes impõe de defenderem aqueles que fogem de todas as formas de perseguição, da fome, da guerra e, em suma, de uma morte certa. 

É por isso que cada acção conta, cada pequeno gesto conta, não importa quem somos ou de onde viemos. 

Por favor, no Dia Mundial do Refugiado, não os esqueçamos.

MAIS UMA VEZ, MARQUEMOS A DIFERENÇA.