(Escrito en 🇪🇸️ – Written in 🇬🇧️ – Scritto in 🇮🇹 – Rédigé en 🇫🇷️ – Escrito em 🇵🇹)
🇪🇸️ESPAÑOL🇪🇸️
Imagina que, de la noche a la mañana, estuvieses en la situación de tener que abandonar tu hogar para buscar una vida mejor, para intentar proporcionársela a tu familia. Imagina que tu propia familia haya decidido por ti y haya llegado a un acuerdo con esa “persona tan amable” con la que vas a viajar a la otra parte del mundo para trabajar. Imagina que llegas a una ciudad extraña en un país diferente a miles de kilómetros de tu familia. Imagina que aquella oferta de trabajo en la hostelería o en el servicio doméstico se convierte en una trampa. Imagina que cuando preguntas qué está pasando te golpean y te amenazan salvajemente, te retiran tu pasaporte y toda tu documentación. Imagina cómo se apodera el miedo de ti mientras te dicen que si quieres volver a ver a tu familia o a tus hijos tendrás que hacer todo lo que digan para pagar tu deuda. Imagina que esa deuda, que con el paso del tiempo no deja de crecer, debes pagarla, día a día, con tu cuerpo.
Esta es la situación a la que, cada día, miles de personas en todo el mundo, principalmente mujeres, chicas adolescentes y niñas, pero también hombres, chicos adolescentes y niños, son sometidas a las más duras condiciones de ESCLAVITUD, de EXPLOTACIÓN SEXUAL FORZADA, de PROSTITUCIÓN BAJO COACCIÓN Y AMENAZAS. Es cierto, no hay dudas a la hora de afirmar que la TRATA DE SERES HUMANOS constituye UNO DE LOS CRÍMENES MÁS ABOMINABLES que pueden cometerse en contra de los seres humanos, en contra de toda la humanidad. No en vano, tanto la esclavitud como la trata, están reconocidas como crímenes de lesa humanidad. Es un problema que nos concierne como sociedad pues, todos los países que conforman la Comunidad Internacional se ven afectados ya sea desde el lugar de origen o en el lugar de destino.
Si lo pensamos con detenimiento, no hay que ir muy lejos de nuestras ciudades para encontrar lugares en donde, a la luz de todo el mundo, y con el CONOCIMIENTO y la AQUIESCENCIA de las distintas Autoridades, podemos encontrar cientos de mujeres, muchas de ellas apenas con la mayoría de edad, que, a pesar de las redadas policiales, continuan siendo cruelmente explotadas como meros objetos de consumo sexual bajo un sistema de PROSTITUCIÓN FORZADA encubierto por proxenetas, grandes empresarios, políticos y mafias organizadas o, en su caso, revestido de un FALSO MITO de que las mujeres (y también algunos hombres) están allí libremente y por voluntad propia.
Son esas bandas organizadas de traficantes de armas, de drogas y de personas las que se aprovechan de esa situación de extrema VULNERABILIDAD para captar a las víctimas, especialmente mujeres y niñas que fruto del miedo y de la desesperación, solo buscan ayudar familias o escapar del hambre y de la guerra. Por eso, cuando alguien se atreve a decir que “lo hacen voluntariamente” siento una mezcla de rabia, dolor y asco. ¿Y por qué? Porque MIENTEN DESCARADAMENTE DESDE LA INFAMIA Y LA IGNOMINIA MÁS ABSOLUTAS hacia todas las víctimas de la trata. Y es que, cuando una persona cae en las redes de la trata puede llegar a consentir en un primer momento para huir del hambre, para ayudar a su familia e hijos o, simplemente, por miedo. PERO NUNCA, JAMÁS, o salvo casos muy contados, ACCEDERÍA VOLUNTARIAMENTE. Por eso, es muy importante saber diferenciar entre “consentimiento” y “voluntad” porque una persona, normalmente víctima de un engaño previo, ante unas determinadas circunstancias y bajo presión o amenazas puede llegar “consentir» en prostituirse pero, sin embargo, sin la existencia de esas circunstancias de presión, JAMÁS LO HARÍA DE FORMA VOLUNTARIA.
Por otra parte, existe un hecho adicional que añade aún más dolor a las víctimas de la trata. Y es que en muchos de los países en donde existe una mayor impunidad, las víctimas también son criminalizas mientras sus captores, que en los peores casos también son sus mismos ASESINOS, quedan totalmente impunes. De ahí que también sea de vital importancia y necesidad el trabajar en los países y regiones en vías de desarrollo, así como en aquellas zonas de conflicto armado en donde las distintas fuerzas militares o paramilitares enfrentadas aprovechan el uso de la fuerza para someter a toda la población en su propio beneficio actuando como grandes señores de la guerra, del narcotráfico y, en este caso, de la trata de seres humanos con fines de esclavitud y explotación sexual.
Es cierto, queda mucho por hacer y no podemos negarlo. A día de hoy, cientos de miles de personas alrededor de todo el mundo siguen atrapadas en las garras de la trata de seres humanos, muchas de ellas más cerca de lo que podemos pensar. Aunque un buen número de países ya han adaptado sus normas nacionales a los protocolos establecidos por Naciones Unidas para luchar contra la trata, aún son demasiados los países en donde si bien es cierto que, en la mayoría de los casos, tienen la capacidad suficiente para actuar contra el proxenetismo internacional, MUESTRAN UNA TOTAL FALTA DE VOLUNTAD Y DE INTERÉS para hacer efectivas las medidas de lucha contra la trata.
Si realmente queremos construir una sociedad plural, justa, libre, feminista, democrática y avanzada no podemos permitir que esto siga sucediendo. Hemos de EXIGIR con una voz que todos Gobiernos los dejen de mirar a otro lado y tomen medidas claras para luchar en contra de la trata. Recordemos que la trata es un ataque hacia la DIGNIDAD HUMANA INVIOLABLE de toda persona, es una de las más atroces vulneraciones DE LOS DERECHOS HUMANOS más básicos de cualquier ser humano en cualquier parte del mundo y, en consecuencia, un DELITO DE LESA HUMANIDAD.

🇬🇧ENGLISH🇬🇧
INFAMOUS ACQUIESCENCE
Imagine that, overnight, you were in the situation of having to leave your home to seek a better life, to try to provide it for your family. Imagine that your own family has decided for you and has come to an agreement with that «nice person» with whom you are going to travel to the other part of the world to work. Imagine that you arrive in a strange city in a different country thousands of miles away from your family. Imagine that the job offer in the hotel industry or in domestic service becomes a trap. Imagine that when you ask what’s going on you are beaten up and savagely threatened, your passport and all your papers are taken away. Imagine how fear takes hold of you as you are told that if you want to see your family or children again you will have to do everything they say to pay off your debt. Imagine that this debt, which over time does not stop growing, you must pay it, day by day, with your body.
This is the situation to which, every day, thousands of people all over the world, mainly women, teenage girls and boys, but also men, teenage boys and boys, are subjected to the harshest conditions of SLAVERY, FORCED SEXUAL EXPLOITATION, PROSTITUTION UNDER COUNTERFEITING AND THREATS. It is true, there is no doubt when affirming that the TRAFFICKING OF HUMAN BEINGS constitutes ONE OF THE MOST ABOMINABLE CRIMES that can be committed against human beings, against all of humanity. It is not in vain that both slavery and trafficking are being recognized as crimes against humanity. It is a problem that concerns us as a society because all the countries that make up the international community are affected either from the place of origin or at the place of destination.
If we think about it carefully, we don’t have to go very far from our cities to find places where, in the light of everyone, and with the AWARENESS and the AQUIESCENCE of the different Authorities, we can find hundreds of women, many of them just coming of age, who, in spite of the police raids, continue to be cruelly exploited as mere objects of sexual consumption under a system of FORCED PROSTITUTION covered up by pimps, big business, politicians and organized mafias or, if necessary, clothed in a FALSE MYTH that women (and also some men) are there freely and of their own free will.
It is these organized gangs of traffickers in arms, drugs and people who take advantage of this situation of extreme VULNERABILITY to target victims, especially women and girls who, out of fear and desperation, seek only to help families or escape from hunger and war. That is why, when someone dares to say that «they do it voluntarily» I feel a mixture of anger, pain and disgust. And why? Because THEY LIE VERY SHAMELY FROM THE MOST ABSOLUT INFAMY AND IGNOMINY towards all the victims of trafficking. Because when a person falls into the nets of trafficking, she may at first consent to flee from hunger, to help her family and children, or simply out of fear. BUT NEVER, NEVER, or except in very rare cases, WILL I ACCEPT VOLUNTARILY. That is why it is very important to know how to differentiate between «consent» and «will» because a person, normally a victim of a previous deception, under certain circumstances and under pressure or threats, may come to «consent» to prostitution but, nevertheless, without the existence of these circumstances of pressure, he/she WOULD NEVER DO IT VOLUNTARILY.
On the other hand, there is an additional fact that adds even more pain to victims of trafficking. This is that in many of the countries where there is greater impunity, victims are also criminalized while their captors, who in the worst cases are also their own MURDERERS, remain totally unpunished. That is why it is also vitally important and necessary to work in developing countries and regions, as well as in those areas of armed conflict where the various military or paramilitary forces involved take advantage of the use of force to subdue the entire population for their own benefit, acting as great lords of war, drug trafficking and, in this case, trafficking in human beings for the purposes of slavery and sexual exploitation.
It is true that much remains to be done and we cannot deny it. To this day, hundreds of thousands of people around the world remain trapped in the clutches of human trafficking, many of them closer than we might think. Although a good number of countries have already adapted their national standards to the protocols established by the United Nations to combat trafficking, there are still too many countries where, while it is true that, in most cases, they have sufficient capacity to act against international pimping, they show a total lack of will and interest in making anti-trafficking measures effective.
If we really want to build a plural, fair, free, feminist, democratic and advanced society we cannot allow this to continue. We must DEMAND with one voice that all governments stop looking the other way and take clear measures to fight against trafficking. Let us remember that trafficking is an attack on the INVIOLABLE HUMAN DIGNITY of every person, it is one of the most atrocious violations of the most basic HUMAN RIGHTS of any human being anywhere in the world and, consequently, a CRIME AGAINST HUMANITY.

🇮🇹ITALIANO🇮🇹
ACQUIESCENZA INFAME
Immaginate che, da un giorno all’altro, vi troviate nella situazione di dover lasciare la vostra casa per cercare una vita migliore, per cercare di provvedere alla vostra famiglia. Immaginate che la vostra famiglia ha deciso per voi e si è messa d’accordo con quella «bella persona» con la quale andrete a lavorare dall’altra parte del mondo. Immaginate di arrivare in una strana città in un paese diverso, a migliaia di chilometri di distanza dalla vostra famiglia. Immaginate che quell’offerta di lavoro nel settore alberghiero o nel servizio domestico diventa una trappola. Immaginate che quando chiedete che cosa sta succedendo siete picchiati e selvaggiamente minacciati, il vostro passaporto e tutti i vostri documenti vi vengono portati via. Immaginate come la paura si impadronisce di voi quando vi viene detto che se volete rivedere la vostra famiglia o i vostri figli dovrete fare tutto quello che vi diranno per saldare il vostro debito. Immaginate che questo debito, che nel tempo non smette di crescere, dovete pagarlo, giorno per giorno, con il vostro corpo.
Questa è la situazione alla quale, ogni giorno, migliaia di persone in tutto il mondo, soprattutto donne, ragazze e ragazzi, ma anche uomini, ragazzi e ragazzi, sono sottoposti alle più dure condizioni di SCHIAVITÙ, LO SFRUTTAMENTO SESSUALE FORZATO, LA PROSTITUZIONE SOTTO COERCIZIONE E MINACCE. È vero, non c’è dubbio quando si afferma che il TRAFFICO DI ESSERI UMANI costituisce UNO DEI PIÙ ABOMINABILI CRIMINI che si possano commettere contro gli esseri umani, contro tutta l’umanità. Infatti, non per niente sia la schiavitù che il traffico di esseri umani sono riconosciuti come crimini contro l’umanità. È un problema che ci riguarda come società perché tutti i Paesi che compongono la comunità internazionale sono interessati sia dal luogo di origine che da quello di destinazione.
Se ci pensiamo bene, non dobbiamo andare molto lontano dalle nostre città per trovare luoghi dove, alla luce del mondo intero, e con la CONOSCENZA e l’ACQUIESCENCIA delle diverse Autorità, possiamo trovare centinaia di donne, molte delle quali appena maggiorenni, che, nonostante le retate della polizia, continuano ad essere crudelmente sfruttati come meri oggetti di consumo sessuale sotto un sistema di PROSTITUZIONE FORZATA coperto da papponi, grandi imprese, politici e mafie organizzate o, se necessario, rivestito di un MITO FALSO nel quale le donne (e anche alcuni uomini) sono lì liberamente e per propria volontà.
Sono queste bande organizzate di trafficanti di armi, di droga e di esseri umani che si servono di questa situazione di estrema VULNERABILITÀ per cercare alle vittime, soprattutto donne e ragazze che, per paura e disperazione, cercano solo di aiutare le famiglie o di sfuggire alla fame e alla guerra. Ecco perché, quando qualcuno osa dire che «lo fanno volontariamente», sento un misto di rabbia, dolore e schifo. E perché? Perché LORO MENTONO SFACCIATAMENTE DALL’INFAMIA E dall’ IGNOMINIA PIÙ ASSOLUTE nei confronti di tutte le vittime della tratta. Perché quando una persona cade nelle reti della tratta, può in un primo momento acconsentire a fuggire dalla fame, per aiutare la sua famiglia e i suoi figli, o semplicemente per paura. MA MAI, MAI, o tranne in casi molto rari, ACCETTO VOLONTARIAMENTE. Ecco perché è molto importante saper distinguere tra «consenso» e «volontà», perché una persona, normalmente vittima di un precedente inganno, in determinate circostanze e sotto pressione o minacce, può arrivare a «acconsentire» alla prostituzione ma, tuttavia, senza l’esistenza di queste circostanze di pressione, non lo farebbe MAI VOLONTARIAMENTE.
D’altra parte, c’è un altro fatto che aggiunge ancora più dolore alle vittime della tratta. Questo perché in molti dei Paesi dove c’è maggiore impunità, le vittime sono anche criminalizzate, mentre i loro rapitori, che nei casi peggiori sono anche i loro stessi KILLER, restano totalmente impuniti. Per questo motivo è anche di vitale importanza e necessario lavorare nei Paesi e nelle regioni in via di sviluppo, così come in quelle aree di conflitto armato dove le varie forze militari o paramilitari coinvolte sfruttano l’uso della forza per sottomettere l’intera popolazione a proprio vantaggio, agendo come grandi signori della guerra, del traffico di droga e, in questo caso, della tratta di esseri umani a fini di schiavitù e sfruttamento sessuale.
È vero che molto resta ancora da fare e non possiamo negarlo. Ancora oggi, centinaia di migliaia di persone in tutto il mondo rimangono intrappolate nelle grinfie del traffico di esseri umani, molte delle quali più vicine di quanto si possa pensare. Sebbene un buon numero di Paesi abbia già adattato i propri standard nazionali ai protocolli stabiliti dalle Nazioni Unite per combattere la tratta, ci sono ancora troppi Paesi dove, se è vero che, nella maggior parte dei casi, hanno sufficiente capacità di agire contro il pimping internazionale, mostrano una totale mancanza di volontà e di interesse nel rendere efficaci le misure anti-tratta.
Se vogliamo davvero costruire una società pluralistica, giusta, libera, femminista, democratica e avanzata non possiamo permettere che questo continui. Dobbiamo Esigere con una sola voce che tutti i governi smettano di guardare dall’altra parte e prendano misure chiare per combattere la tratta. Ricordiamoci che la tratta è un attacco alla DIGNITÀ UMANA INVIOLABILE di ogni persona, è una delle più atroci violazioni dei più elementari DIRITTI UMANI di qualsiasi essere umano in qualsiasi parte del mondo e, di conseguenza, un CRIMINE CONTRO L’UMANITÀ.

🇫🇷️FRANÇAIS🇫🇷️
L’INFÂME ACQUIESCEMENT
Imaginez que, du jour au lendemain, vous soyez dans la situation de devoir quitter votre maison pour chercher une vie meilleure, pour essayer de la fournir à votre famille. Imaginez que votre propre famille a décidé pour vous et s’est mise d’accord avec cette «gentille personne» avec laquelle vous allez voyager à l’autre bout du monde pour travailler. Imaginez que vous arriviez dans une ville étrange, dans un pays différent, à des milliers de kilomètres de votre famille. Imaginez que cette offre d’emploi dans l’hôtellerie ou dans le service domestique devienne un piège. Imaginez que lorsque vous demandez ce qui se passe, on vous bat et on vous menace sauvagement, on vous retire votre passeport et tous vos papiers. Imaginez la peur qui s’empare de vous lorsqu’on vous dit que si vous voulez revoir votre famille ou vos enfants, vous devrez faire tout ce qu’ils vous disent pour rembourser votre dette. Imaginez que cette dette, qui avec le temps ne cesse de croître, vous devez la payer, jour après jour, avec votre corps.
C’est la situation à laquelle, chaque jour, des milliers de personnes dans le monde entier, principalement des femmes, des adolescentes et des garçons, mais aussi des hommes, des adolescents et des garçons, sont soumis aux conditions les plus dures d’ESCLAVAGE, d’EXPLOITATION SEXUELLE FORCÉE, de PROSTITUTION SOUS LA CONTRAINTE ET LA MENACE. Il est vrai qu’il n’y a aucun doute lorsqu’on affirme que la TRAITE DES ÊTRES HUMAINS constitue l’UN DES CRIMES LES PLUS ABOMINABLES qui puissent être commis contre des êtres humains, contre toute l’humanité. Ce n’est pas en vain que l’esclavage et la traite sont reconnus comme des crimes contre l’humanité. C’est un problème qui nous concerne en tant que société car tous les pays qui composent la communauté internationale sont concernés, soit du lieu d’origine, soit du lieu de destination.
Si nous y réfléchissons bien, nous n’avons pas besoin d’aller très loin de nos villes pour trouver des endroits où, à la lumière du monde entier, et grâce aux CONNAISSANCE et l’ACQUIESCEMENT des différentes Autorités, nous pouvons trouver des centaines de femmes, dont beaucoup sont en pleine maturité, qui, malgré les raids de la police, continuent d’être cruellement exploités comme de simples objets de consommation sexuelle sous un système de PROSTITUTION FORCÉE couvert par les proxénètes, les grandes entreprises, les politiciens et les mafias organisées ou, si nécessaire, habillés d’un FAUX MYTHE selon lequel les femmes (et aussi certains hommes) sont là librement et de leur propre gré.
Ce sont ces bandes organisées de trafiquants d’armes, de drogue et d’êtres humains qui profitent de cette situation d’extrême VULNERABILITE pour cibler les victimes, en particulier les femmes et les jeunes filles qui, par peur et désespoir, ne cherchent qu’à aider les familles ou à échapper à la faim et à la guerre. C’est pourquoi, lorsque quelqu’un ose dire qu’il le fait «volontairement», je ressens un mélange de colère, de douleur et de dégoût. Et pourquoi ? Parce MENTENT SANS VERGOGNE DEPUIS L’INFAMIE ET L’IGNOMINIE PLUS TOTALES envers toutes les victimes de la traite. Car lorsqu’une personne tombe dans les filets de la traite, elle peut d’abord consentir à fuir la faim, à aider sa famille et ses enfants, ou simplement par peur. MAIS JAMAIS, JAMAIS, ou sauf dans de très rares cas, N’ACCEPTERAIT VOLONTAIREMENT. C’est pourquoi il est très important de savoir faire la différence entre «consentement» et «volonté» car une personne, normalement victime d’une tromperie antérieure, dans certaines circonstances et sous la pression ou les menaces, peut en arriver à «consentir» à la prostitution mais, néanmoins, sans l’existence de ces circonstances de pression, elle ne le ferait JAMAIS de manière volontaire.
D’autre part, il existe un autre fait qui ajoute encore plus de douleur aux victimes de la traite. C’est que dans de nombreux pays où l’impunité est plus grande, les victimes sont également criminalisées alors que leurs ravisseurs, qui dans le pire des cas sont aussi leurs propres TUEURS, restent totalement impunis. C’est pourquoi il est également vital et nécessaire de travailler dans les pays et régions en développement, ainsi que dans les zones de conflit armé où les différentes forces militaires ou paramilitaires impliquées profitent de l’usage de la force pour soumettre toute la population à leur propre profit, en agissant comme de grands seigneurs de la guerre, du trafic de drogue et, dans ce cas, de la traite des êtres humains à des fins d’esclavage et d’exploitation sexuelle.
Il est vrai qu’il reste beaucoup à faire et nous ne pouvons pas le nier. À ce jour, des centaines de milliers de personnes dans le monde restent prises au piège de la traite des êtres humains, dont beaucoup sont plus proches qu’on ne le pense. Bien qu’un bon nombre de pays aient déjà adapté leurs normes nationales aux protocoles établis par les Nations unies pour lutter contre la traite, il y a encore trop de pays où, s’il est vrai que, dans la plupart des cas, ils ont une capacité suffisante pour agir contre le proxénétisme international, ils font preuve d’un manque total de volonté et d’intérêt pour rendre les mesures de lutte contre la traite efficaces.
Si nous voulons vraiment construire une société pluraliste, juste, libre, féministe, démocratique et avancée, nous ne pouvons pas permettre que cela continue. Nous devons EXIGER d’une seule voix que tous les gouvernements cessent de regarder ailleurs et prennent des mesures claires pour lutter contre la traite. Rappelons que la traite est une atteinte à la DIGNITÉ HUMAINE INVIOLABLE de toute personne, c’est l’une des violations les plus atroces des DROITS HUMAINS les plus fondamentaux de tout être humain, partout dans le monde et, par conséquent, un CRIME CONTRE L’HUMANITÉ.

🇵🇹PORTUGUÊS🇵🇹
INFAME AQUIESCÊNCIA
Imagine que, de um dia para o outro, estava na situação de ter de deixar a sua casa para procurar uma vida melhor, para tentar proporcioná-la à sua família. Imagine que a sua própria família decidiu por si e chegou a um acordo com essa «pessoa simpática» com quem vai viajar para a outra parte do mundo para trabalhar. Imagine que chega a uma cidade estranha num país diferente, a milhares de quilómetros da sua família. Imagine que essa oferta de emprego no ramo hoteleiro ou no serviço doméstico se torna uma armadilha. Imagine que quando pergunta o que se passa é espancado e selvaticamente ameaçado, o seu passaporte e todos os seus documentos são-lhe tirados. Imagine como o medo se apodera de si ao ser-lhe dito que se quiser ver a sua família ou filhos novamente terá de fazer tudo o que eles dizem para pagar a sua dívida. Imagine que esta dívida, que ao longo do tempo não pára de crescer, deve ser paga, dia após dia, com o seu corpo.
Esta é a situação à qual, todos os dias, milhares de pessoas em todo o mundo, principalmente mulheres, adolescentes e rapazes, mas também homens, adolescentes e rapazes, estão sujeitos às mais duras condições de ESCRAVATURA, EXPLOTAÇÃO SEXUAL FORÇADA, PROSTITUIÇÃO SOB COAÇÃO E AMEAÇA. É verdade, não há dúvida quando se afirma que o Tráfico de seres humanos constitui UM DOS CRIMES MAIS ABOMINÁVEIS que podem ser cometidos contra os seres humanos, contra toda a humanidade. Não é em vão que tanto a escravatura como o tráfico estejam a ser reconhecidos como crimes contra a humanidade. É um problema que nos preocupa enquanto sociedade, porque todos os países que compõem a comunidade internacional são afectados quer a partir do local de origem quer do local de destino.
Se pensarmos bem, não temos de ir muito longe das nossas cidades para encontrar lugares onde, à luz do mundo inteiro, e com o CONHECIMENTO e a Volver AQUIESCÊNCIA das diferentes Autoridades, podemos encontrar centenas de mulheres, muitas delas apenas com a maioridade, que, apesar das rusgas policiais, continuam a ser cruelmente exploradas como meros objectos de consumo sexual sob um sistema de PROSTITUIÇÃO FORÇADA encoberto por proxenetas, grandes empresários, políticos e máfias organizadas ou, se necessário, revestidas de um MITO FALSO que as mulheres (e também alguns homens) estão lá livremente e por sua própria vontade.
São estes grupos organizados de traficantes de armas, drogas e seres humanos que se aproveitam desta situação de extrema VULNERABILIDADE para visar vítimas, especialmente mulheres e raparigas que, por medo e desespero, procuram apenas ajudar as famílias ou escapar à fome e à guerra. É por isso que, quando alguém ousa dizer que «fazem-no voluntariamente», sinto uma mistura de raiva, dor e repugnância. E porquê? Porque MENTEM DESCARADAMENTE A PARTIR DA INFÃMIA E DA IGNOMÍNIA MAIS ABSOLUTAS para com todas as vítimas do tráfico de seres humanos. Porque quando uma pessoa cai nas redes do tráfico, pode, a princípio, consentir em fugir da fome, para ajudar a sua família e os seus filhos, ou simplesmente por medo. MAS NUNCA, NUNCA, ou excepto em casos muito raros, CONSENTIRIA VOLUNTARIAMENTE. É por isso que é muito importante saber distinguir entre «consentimento» e «vontade» porque uma pessoa, normalmente vítima de um engano anterior, sob certas circunstâncias e sob pressão ou ameaças, pode vir a «consentir» na prostituição mas, no entanto, sem a existência dessas circunstâncias de pressão, NUNCA O FARIA VOLUNTARIAMENTE.
Por outro lado, há um facto adicional que acrescenta ainda mais dor às vítimas de tráfico. Isto é que em muitos dos países onde existe maior impunidade, as vítimas são também criminalizadas, enquanto os seus captores, que nos piores casos são também os seus próprios ASSASSINOS, ficam totalmente impunes. É por isso que é também de importância vital e necessário trabalhar nos países e regiões em desenvolvimento, bem como nas áreas de conflito armado onde as várias forças militares ou paramilitares envolvidas aproveitam o uso da força para subjugar toda a população em seu próprio benefício, actuando como grandes senhores da guerra, do tráfico de droga e, neste caso, do tráfico de seres humanos para fins de escravatura e exploração sexual.
É verdade que ainda há muito a fazer e não o podemos negar. Até hoje, centenas de milhares de pessoas em todo o mundo continuam presas nas garras do tráfico de seres humanos, muitas delas mais perto do que possamos pensar. Embora um bom número de países já tenha adaptado as suas normas nacionais aos protocolos estabelecidos pelas Nações Unidas para combater o tráfico, há ainda demasiados países onde, embora seja verdade que, na maioria dos casos, têm capacidade suficiente para agir contra o proxenetismo internacional, demonstram uma total falta de vontade e interesse em tornar eficazes as medidas contra o tráfico de pessoas.
Se queremos realmente construir uma sociedade pluralista, justa, livre, feminista, democrática e avançada, não podemos permitir que isto continue. Devemos exigir a uma só voz que todos os governos deixem de olhar para o outro lado e tomem medidas claras para lutar contra o tráfico. Recordemos que o tráfico é um ataque à DIGNIDADE HUMANA INVIOLÁVEL de cada pessoa, é uma das violações mais atrozes dos DIREITOS HUMANOS mais básicos de qualquer ser humano em qualquer parte do mundo e, consequentemente, um DELITO DE HUMANIDADE LESADA.
