El Poder de la Conciencia

(Escrito en 🇪🇸🇲🇽– Written in 🇬🇧🇺🇸– Scritto in 🇮🇹🇸🇲– Rédigé en 🇫🇷🇨🇩– Escrito em 🇵🇹🇧🇷)

🇪🇸ESPAÑOL🇲🇽

(Día Internacional de la Conciencia)

Al hablar de conciencia nos referimos a la capacidad de percibir, comprender y ser conscientes de nosotros mismos, de las personas que están a nuestro alrededor y del mundo que nos rodea. La conciencia es una cualidad esencial que nos caracteriza como seres humanos y nos permite tomar nuestras propias decisiones de manera informada, establecer relaciones interpersonales  y contribuir de forma positiva a la sociedad y al mundo al que pertenecemos.Por eso, hoy, Día Internacional de la Conciencia, tenemos una ocasión reflexionar acerca de nuestro papel en el mundo y cuál es nuestra conexión con quienes nos rodean y con este planeta al que llamamos nuestros hogar.

Así, a nivel personal, la conciencia implica un proceso de autorreflexión que nos permite explorar nuestras propias emociones, pensamientos y motivaciones, así como comprender cómo influyen en nuestras acciones y relaciones del día a día. Trabajando desde nuestra propia conciencia podemos desarrollar una mayor empatía hacia las personas que se encuentran a nuestro alrededor.

Por otra parte, trabajar la conciencia también implica desarrollar un mayor de conciencia social y ambiental. Esto conlleva conocer toda la información acerca de los problemas sociales y ambientales que nos afectan de forma conjunta y por todo el mundo, así como llevar a cabo con determinación todas aquellas medidas que sean necesarias para solucionarlos de una manera ética y responsable. No olvidemos que la conciencia social nos empuja a reconocer y combatir las injusticias, las desigualdades y toda forma de violencia y discriminación, promoviendo la igualad, el respeto, la libertad, la justicia y la inclusión en todos los ámbitos de la sociedad. Y es que, frente a quienes promueven un mundo cada vez más dividido y desigual, hay que seguir apostando por los valores de la solidaridad, la comprensión, la compasión, la empatía, la bondad y, por supuesto, del amor fraternal que debe regir nuestras vidas desde la paz y la convivencia. Porque, al final, solo desde el amor se puede vencer al odio.

Ciertamente, la conciencia ambiental también nos exige el responsabilizarnos de nuestras acciones, de las consecuencias que provocamos sobre el medio ambiente y, por tanto, de nuestra obligación de llevar a cabo prácticas sostenibles que permiten la conservación de los recursos naturales y la protección de toda la biodiversidad. Esto supone saber reducir nuestro consumo de energía a través de sistemas eficientes de gestión y ahorro energético, de potenciar el reciclaje y la reutilización de los materiales y apoyar todas las iniciativas posibles dirigidas a la conservación y protección del medio ambiente. Recordemos que planes puede haber muchos, pero no existe un “planeta b”.

A nivel global trabajar nuestra conciencia resulta esencial si realmente creemos en la existencia y en la construcción de un mundo más justo, libre, pacífico y sostenible. Porque solo cuando somos realmente conscientes de nuestra interconexión con el conjunto de la humanidad y con el entorno que nos rodea, somos capaces de trabajar desde una unión inquebrantable que nos permite enfrentar los problemas globales que nos desafían como el cambio climático, el aumento de las desigualdades y pobreza, la violencia próxima a nuestros hogares, la proliferación de los conflictos armados o la pérdida de la incalculable riqueza presente a nuestro alrededor. Por tanto, la conciencia global nos empuja a ir mucho más allá de nuestras fronteras geográficas para pasar a la acción y encontrar soluciones que beneficien a toda la humanidad y al medio ambiente en toda su riqueza y en toda su diversidad.

Debemos darnos cuenta de que nuestras acciones, por pequeñas que sean, por inocentes que parezcan, tienen su impacto a nuestro alrededor y en el mundo que nos rodea. Toda persona, sin distinciones de ninguna clase, puede en un momento dado marcar la diferencia ante un problema que nos afecta como sociedad o de la humanidad en su conjunto. 

Solo si somos capaces de trabajar día a día nuestra conciencia personal y colectiva, podremos de construir un mundo mejor para que quienes lo habitan en el presente y un futuro mejor lleno de esperanza para las próximas generaciones.

Seamos conscientes del poder la conciencia para cambiar nuestras vidas y el mundo que nos rodea. Trabajemos desde la empatía y la responsabilidad social.

Hagamos posible un mundo más justo, igualitario, libre y sostenible. 

Aún estamos a tiempo.

Nos lo merecemos.

🇬🇧ENGLISH 🇺🇸

THE POWER OF CONSCIENCE

(International Day of Conscience)

Conscience refers to the ability to perceive, understand and be aware of ourselves, the people around us and the world around us. Conscience is an essential quality that characterises us as human beings and enables us to make our own informed decisions, establish interpersonal relationships and contribute positively to society and the world to which we belong,so today, International Day of Conscience, we have an opportunity to reflect on our role in the world and our connection to those around us and to this planet we call home.

So, on a personal level, conscience involves a process of self-reflection that allows us to explore our own emotions, thoughts and motivations, and to understand how they influence our day-to-day actions and relationships. By working from our own awareness we can develop greater empathy for the people around us.

On the other hand, working on conscience also involves developing a greater social and environmental awareness. This entails knowing all the information about the social and environmental problems that affect us collectively and around the world, as well as carrying out with determination all those measures that are necessary to solve them in an ethical and responsible way. Let us not forget that social conscience pushes us to recognise and combat injustices, inequalities and all forms of violence and discrimination, promoting equality, respect, freedom, justice and inclusion in all areas of society. In the face of those who promote an increasingly divided and unequal world, we must continue to support the values of solidarity, understanding, compassion, empathy, kindness and, of course, the fraternal love that should govern our lives based on peace and coexistence. Because, in the end, it is only through love that hate can be overcome.

Certainly, environmental conscience also requires us to take responsibility for our actions, for the consequences we have on the environment and, therefore, for our obligation to carry out sustainable practices that allow for the conservation of natural resources and the protection of all biodiversity. This means knowing how to reduce our energy consumption through efficient energy management and saving systems, to promote the recycling and reuse of materials and to support all possible initiatives aimed at the conservation and protection of the environment. Let us remember that there may be many plans, but there is no «planet b».

On a global level, working on our conscience is essential if we truly believe in the existence and construction of a fairer, freer, more peaceful and sustainable world. Because only when we are truly aware of our interconnectedness with the whole of humanity and with the environment around us, we are able to work from an unbreakable union that allows us to face the global problems that challenge us such as climate change, the increase of inequalities and poverty, the violence close to our homes, the proliferation of armed conflicts or the loss of the incalculable wealth around us.Global conscience therefore pushes us to go far beyond our geographical borders to take action and find solutions that benefit all of humanity and the environment in all its richness and diversity.

We must realise that our actions, however small, however innocent they may seem, have an impact on our surroundings and on the world around us. Every person, without distinction of any kind, can at any given moment make a difference to a problem that affects us as a society or humanity as a whole.

Only if we are able to work day by day on our personal and collective conscience, we will be able to build a better world for those who inhabit it in the present and a better future full of hope for the next generations.

Let us be aware of the power of consciousness to change our lives and the world around us. Let us work with empathy and social responsibility.

Let’s make a fairer, more equal, free and sustainable world possible.

There is still time.

We deserve it.

🇮🇹ITALIANO🇸🇲

IL POTERE DELLA COSCIENZA

(Giornata internazionale della coscienza)

La coscienza si riferisce alla capacità di percepire, comprendere ed essere consapevoli di noi stessi, delle persone che ci circondano e del mondo circostante. La coscienza è una qualità essenziale che ci caratterizza come esseri umani e ci permette di prendere decisioni consapevoli, di stabilire relazioni interpersonali e di contribuire positivamente alla società e al mondo a cui apparteniamo.Oggi, Giornata internazionale della coscienza, abbiamo l’opportunità di riflettere sul nostro ruolo nel mondo e sul nostro legame con coloro che ci circondano e con il pianeta che chiamiamo casa.

A livello personale, la consapevolezza implica un processo di auto-riflessione che ci permette di esplorare le nostre emozioni, i nostri pensieri e le nostre motivazioni, e di capire come questi influenzino le nostre azioni e relazioni quotidiane. Lavorando sulla nostra consapevolezza possiamo sviluppare una maggiore empatia nei confronti delle persone che ci circondano.

D’altra parte, lavorare sulla consapevolezza comporta anche lo sviluppo di una maggiore coscienza sociale e ambientale. Ciò significa conoscere tutte le informazioni sui problemi sociali e ambientali che ci affliggono collettivamente e nel mondo, e attuare con determinazione tutte le misure necessarie per risolverli in modo etico e responsabile. Non dimentichiamo che la consapevolezza sociale ci spinge a riconoscere e combattere le ingiustizie, le disuguaglianze e tutte le forme di violenza e discriminazione, promuovendo l’uguaglianza, il rispetto, la libertà, la giustizia e l’inclusione in tutti gli ambiti della società. Di fronte a coloro che promuovono un mondo sempre più diviso e diseguale, dobbiamo continuare a sostenere i valori della solidarietà, della comprensione, della compassione, dell’empatia, della gentilezza e, naturalmente, dell’amore fraterno che dovrebbe governare le nostre vite basate sulla pace e sulla convivenza. Perché, alla fine, è solo attraverso l’amore che si può vincere l’odio.

Certamente, la consapevolezza ambientale ci impone anche di assumerci la responsabilità delle nostre azioni, delle conseguenze che abbiamo sull’ambiente e, quindi, dell’obbligo di mettere in atto pratiche sostenibili che consentano la conservazione delle risorse naturali e la tutela di tutta la biodiversità. Questo significa saper ridurre i nostri consumi energetici attraverso sistemi efficienti di gestione e risparmio energetico, promuovere il riciclo e il riutilizzo dei materiali e sostenere tutte le iniziative possibili volte alla conservazione e alla tutela dell’ambiente. Ricordiamoci che possono esserci molti piani, ma non c’è un «pianeta b».

A livello globale, lavorare sulla nostra coscienza è essenziale se crediamo veramente nell’esistenza e nella costruzione di un mondo più giusto, più libero, più pacifico e sostenibile. Perché solo quando siamo veramente consapevoli della nostra interconnessione con l’intera umanità e con l’ambiente che ci circonda, siamo in grado di lavorare da un’unione indissolubile che ci permette di affrontare i problemi globali che ci sfidano, come il cambiamento climatico, l’aumento delle disuguaglianze e della povertà, la violenza vicino alle nostre case, la proliferazione dei conflitti armati o la perdita dell’incalcolabile ricchezza che ci circonda. La consapevolezza globale ci spinge quindi ad andare ben oltre i nostri confini geografici per agire e trovare soluzioni che vadano a beneficio di tutta l’umanità e dell’ambiente in tutta la sua ricchezza e diversità.

Dobbiamo renderci conto che le nostre azioni, per quanto piccole e innocenti possano sembrare, hanno un impatto sul nostro ambiente e sul mondo che ci circonda. Ogni persona, senza distinzioni di sorta, può in ogni momento fare la differenza in un problema che riguarda noi come società o l’umanità nel suo complesso.

Solo se saremo in grado di lavorare giorno per giorno sulla nostra coscienza personale e collettiva, potremo costruire un mondo migliore per chi lo abita nel presente e un futuro migliore e pieno di speranza per le prossime generazioni.

Siamo consapevoli del potere della consapevolezza di cambiare la nostra vita e il mondo che ci circonda. Lavoriamo con empatia e responsabilità sociale.

Rendiamo possibile un mondo più giusto, più equo, libero e sostenibile.

C’è ancora tempo.

Ce lo meritiamo.

🇫🇷FRANÇAIS🇨🇩

LE POUVOIR DE LA CONSCIENCE

(Journée internationale de la conscience)

La conscience est la capacité de se percevoir, de se comprendre et d’être conscient de soi-même, des personnes qui nous entourent et du monde qui nous entoure. La conscience est une qualité essentielle qui nous caractérise en tant qu’êtres humains et nous permet de prendre nos propres décisions en connaissance de cause, d’établir des relations interpersonnelles et de contribuer positivement à la société et au monde auquel nous appartenons. Aujourd’hui, à l’occasion de la Journée internationale de la conscience, nous avons donc l’occasion de réfléchir à notre rôle dans le monde et à notre lien avec ceux qui nous entourent et avec cette planète que nous appelons notre maison.

Sur le plan personnel, la pleine conscience implique un processus d’autoréflexion qui nous permet d’explorer nos propres émotions, pensées et motivations, et de comprendre comment elles influencent nos actions et nos relations au quotidien. En travaillant à partir de notre propre conscience, nous pouvons développer une plus grande empathie pour les personnes qui nous entourent.

D’autre part, le travail sur la conscience implique également de développer une plus grande conscience sociale et environnementale. Il s’agit de connaître toutes les informations sur les problèmes sociaux et environnementaux qui nous affectent collectivement et dans le monde entier, ainsi que de mettre en œuvre avec détermination toutes les mesures nécessaires pour les résoudre de manière éthique et responsable. N’oublions pas que la conscience sociale nous pousse à reconnaître et à combattre les injustices, les inégalités et toutes les formes de violence et de discrimination, en promouvant l’égalité, le respect, la liberté, la justice et l’inclusion dans tous les domaines de la société. Face à ceux qui prônent un monde de plus en plus divisé et inégal, nous devons continuer à soutenir les valeurs de solidarité, de compréhension, de compassion, d’empathie, de gentillesse et, bien sûr, l’amour fraternel qui devrait régir nos vies basées sur la paix et la coexistence. Car, en fin de compte, ce n’est que par l’amour que l’on peut vaincre la haine.

Certes, la sensibilisation à l’environnement exige également que nous assumions la responsabilité de nos actes, des conséquences que nous avons sur l’environnement et, par conséquent, de notre obligation de mettre en œuvre des pratiques durables qui permettent la conservation des ressources naturelles et la protection de l’ensemble de la biodiversité. Cela signifie que nous devons savoir comment réduire notre consommation d’énergie grâce à des systèmes efficaces de gestion et d’économie d’énergie, promouvoir le recyclage et la réutilisation des matériaux et soutenir toutes les initiatives possibles visant à la conservation et à la protection de l’environnement. N’oublions pas qu’il peut y avoir de nombreux plans, mais qu’il n’y a pas de «planète b».

Au niveau mondial, le travail sur la conscience est essentiel si nous croyons vraiment à l’existence et à la construction d’un monde plus juste, plus libre, plus pacifique et plus durable. En effet, ce n’est que lorsque nous sommes réellement conscients de notre interconnexion avec l’ensemble de l’humanité et avec l’environnement qui nous entoure que nous pouvons travailler à partir d’une union indéfectible qui nous permet de faire face aux problèmes mondiaux qui nous interpellent, tels que le changement climatique, l’augmentation des inégalités et de la pauvreté, la violence à proximité de nos maisons, la prolifération des conflits armés ou la perte des richesses incalculables qui nous entourent. La conscience mondiale nous pousse donc à aller bien au-delà de nos frontières géographiques pour agir et trouver des solutions qui profitent à l’ensemble de l’humanité et à l’environnement dans toute sa richesse et sa diversité.

Nous devons prendre conscience que nos actions, aussi petites, aussi innocentes qu’elles puissent paraître, ont un impact sur notre environnement et sur le monde qui nous entoure. Chaque personne, sans distinction aucune, peut à tout moment faire la différence face à un problème qui nous affecte en tant que société ou humanité dans son ensemble.

Ce n’est que si nous sommes capables de travailler jour après jour sur notre conscience personnelle et collective que nous pourrons construire un monde meilleur pour ceux qui l’habitent aujourd’hui et un avenir meilleur et plein d’espoir pour les générations futures.

Prenons conscience du pouvoir de la conscience pour changer notre vie et le monde qui nous entoure. Travaillons avec empathie et responsabilité sociale.

Rendons possible un monde plus juste, plus égal, plus libre et plus durable.

Il est encore temps.

Nous le méritons.

🇵🇹PORTUGUÊS🇧🇷

O PODER DA CONSCIÊNCIA

(Dia Internacional da Consciência)

A consciência refere-se à capacidade de nos apercebermos, compreendermos e estarmos conscientes de nós próprios, das pessoas que nos rodeiam e do mundo que nos rodeia. A consciência é uma qualidade essencial que nos caracteriza como seres humanos e que nos permite tomar as nossas próprias decisões informadas, estabelecer relações interpessoais e contribuir positivamente para a sociedade e para o mundo a que pertencemos. Por isso, hoje, Dia Internacional da Consciência, temos a oportunidade de refletir sobre o nosso papel no mundo e a nossa ligação com os que nos rodeiam e com este planeta a que chamamos casa.

Assim, a nível pessoal, a atenção plena envolve um processo de autorreflexão que nos permite explorar as nossas próprias emoções, pensamentos e motivações e compreender de que forma estas influenciam as nossas acções e relações quotidianas. Ao trabalharmos a partir da nossa própria consciência, podemos desenvolver uma maior empatia para com as pessoas que nos rodeiam.

Por outro lado, trabalhar a consciência implica também desenvolver uma maior consciência social e ambiental. Isto implica conhecer toda a informação sobre os problemas sociais e ambientais que nos afectam coletivamente e em todo o mundo, bem como levar a cabo com determinação todas as medidas necessárias para os resolver de uma forma ética e responsável. Não esqueçamos que a consciência social nos impele a reconhecer e a combater as injustiças, as desigualdades e todas as formas de violência e discriminação, promovendo a igualdade, o respeito, a liberdade, a justiça e a inclusão em todos os domínios da sociedade. Perante aqueles que promovem um mundo cada vez mais dividido e desigual, temos de continuar a apoiar os valores da solidariedade, da compreensão, da compaixão, da empatia, da bondade e, claro, do amor fraterno que deve reger as nossas vidas baseadas na paz e na convivência. Porque, no fim de contas, só através do amor é que o ódio pode ser vencido.

Certamente, a consciência ambiental também exige que assumamos a responsabilidade pelas nossas acções, pelas consequências que temos no ambiente e, portanto, pela nossa obrigação de levar a cabo práticas sustentáveis que permitam a conservação dos recursos naturais e a proteção de toda a biodiversidade. Isto significa saber como reduzir o nosso consumo de energia através de sistemas eficientes de gestão e poupança de energia, promover a reciclagem e a reutilização de materiais e apoiar todas as iniciativas possíveis que visem a conservação e a proteção do ambiente. Lembremo-nos de que pode haver muitos planos, mas não existe um «planeta b».

A nível global, trabalhar a nossa consciência é essencial se acreditarmos verdadeiramente na existência e na construção de um mundo mais justo, mais livre, mais pacífico e mais sustentável. Porque só quando estamos verdadeiramente conscientes da nossa interconexão com toda a humanidade e com o ambiente que nos rodeia, somos capazes de trabalhar a partir de uma união inquebrável que nos permite enfrentar os problemas globais que nos desafiam, como as alterações climáticas, o aumento das desigualdades e da pobreza, a violência perto das nossas casas, a proliferação de conflitos armados ou a perda da riqueza incalculável que nos rodeia. A consciência global impele-nos, portanto, a ir muito além das nossas fronteiras geográficas para agir e encontrar soluções que beneficiem toda a humanidade e o ambiente em toda a sua riqueza e diversidade.

Temos de compreender que as nossas acções, por mais pequenas e inocentes que pareçam, têm um impacto no nosso ambiente e no mundo que nos rodeia. Cada pessoa, sem distinção de qualquer espécie, pode, a qualquer momento, fazer a diferença num problema que nos afecta enquanto sociedade ou à humanidade no seu conjunto.

Só se formos capazes de trabalhar dia após dia a nossa consciência pessoal e colectiva, poderemos construir um mundo melhor para aqueles que o habitam no presente e um futuro melhor e cheio de esperança para as próximas gerações.

Tomemos consciência do poder da consciência para mudar as nossas vidas e o mundo que nos rodeia. Trabalhemos com empatia e responsabilidade social.

Vamos tornar possível um mundo mais justo, mais igualitário, livre e sustentável.

Ainda há tempo.

Merecemo-lo.